jueves, 23 de abril de 2015

LA PROFESORA DE HISTORIA ( 2014 )

  
LA LUCHA DE UNA PROFESORA DE HISTORIA POR DOMAR A SUS ALUMNOS, EN UN COLEGIO PÚBLICO DE PARÍS. ARIANE ASCARIDE ES LA PROTAGONISTA

PRODUCCIÓN: FRANCIA ( 2014 )
DIRECCIÓN: Marie-Castille Mention-Schaar
INTÉRPRETES: Ariane Ascaride, Ahmed Dramé, Geneviève Mnich, Xavier Maly, Martin Cannavo, Noémie Merlant, Stéphane Bak
GÉNERO: Drama
DISTRIBUIDORA: A Contracorriente Films

SINOPSIS:
Anne es una profesora de instituto que este año se enfrenta a una clase difícil. Frustrada por su falta de ambición, desafía a su clase a participar en un concurso nacional sobre lo que significa ser adolescente en un campo de concentración nazi. Anne usará toda su energía y creatividad para motivar a sus alumnos. A medida que la fecha límite se acerca, los jóvenes comienzan a abrirse y a creer en sí mismos, cambiando su forma de ver la vida.
 ( FUENTE: A CONTRACORRIENTE FILMS )
 ( FUENTE CARTEL: A CONTRACORRIENTE FILMS ) 

CRÍTICA:
El tercer largometraje de Marie-Castille Mention-Schaar es una historia dramática con un gran inicio, pero que se va diluyendo poco a poco por buscar desmarcarse de las películas sobre alumnos conflictivos. La primera escena, previa a los títulos de crédito, nos presenta la realidad social en los colegios públicos en donde tienen que convivir alumnos de diferentes creencias religiosas. La prohibición de empleo del velo, incluso cuando las dos adolescentes acuden a conocer sus notas, nos muestran lo difícil que es convivir con esas diferentes visiones culturales.


Unos adolescentes complejos y que no permiten a los profesores dar las clases con normalidad. La cinta se centra en una clase conflictiva y en la materia de historia, enseñada por Anne Gueguen ( aunque vemos alguna escena de las clases de otras materias ). Me estaba interesando la forma de domar a esos alumnos, pero esperaba un cambio que hiciera de la propuesta algo diferente a otras películas francesas como " La clase ( 2008 ) ". Ese cambio llego tras media hora de metraje, pero el giro argumental fue para mal, y según avanzaban los minutos me iba desconectando de esa historia tan americanizada y que busca el conectar con el gran público, sin importar que se convierta en algo difícil de creer.


Anne se tiene que ausentar de clase, por el fallecimiento de su madre, y con la sustituta se comportan todavía peor. La profesora novata termina llorando y con un ataque de ansiedad. Es muy complicado buscar una solución para controlar a este grupo de salvajes, y la solución la encontramos en el guión de esta cinta, que termina pareciéndose a otras películas europeas, de gran éxito mundial, de las que no soy partidario. Podría ser un éxito, y gustar a los espectadores españoles, si se vendiera bien. Va a ser un éxito de crítica, y podría ser un éxito en taquilla.
Lo mejor es la actuación de Ariane Ascaride, la profesora de historia que imprime carácter a su personaje y que tiene un cambio de actitud para conseguir que esa clase se centre en los estudios. 


El guión no es malo, y si nos olvidamos de ese giro nos encontramos con unos diálogos interesantes, que nos permitirán aprender o recordar ciertos aspectos de la historia. No destaca a nivel técnico o artístico, en donde es bastante convencional. La cinta tampoco necesita algo diferente.
Recomendable a casi todos los espectadores, excepto a los aficionados al cine de acción o a los que no soportan las películas edulcoradas.

SPOILERS:
Al terminar el primer tercio, después de ver una película impactante de unos alumnos conflictivos, la directora y los guionistas decidieron dar un giro a la historia para alejarse de otras películas francesas de temática similar estrenadas en los últimos años. Pero no se les ocurre otra cosa que domar a las fieras con la participación en un concurso sobre los adolescentes en los campos de concentración nazi. Ese trabajo propuesto por la profesora de historia consigue centrar la atención del grupo, incluso de los más díscolos como la alumna a la que tuvieron que expulsar unas semanas antes. Resulta inexplicable que esas fieras salvajes consigan ser los mejores alumnos gracias a este trabajo histórico. 


Es una dulcificación para acercarse al gran público al que le gustan estas cosas tan bonitas como el que unos adolescentes conflictivos se interesen por algún asunto. A partir de aquí nos introducen en documentos, fotografías sobre los campos de concentración, que nos permitirán ampliar nuestros conocimientos sobre la segunda guerra mundial. Como remate al despropósito comienza un nuevo curso con nuevos alumnos que son pacíficos, pese a no tener relación con los del curso anterior. Ese cambio tan radical es difícil de comprender.


 LO MEJOR: La actuación de Ariane Ascaride. El primer tercio.

LO PEOR: El cambio de rumbo pasando de una historia dura a otra dulcificada. La falta de credibilidad y las situaciones ridículas durante la última hora de cinta.

PREMIOS Y NOMINACIONES:

- 1 NOMINACIÓN, EN PREMIOS CÉSAR 2015. 
( FUENTE: IMDB )
 
CRÍTICAS EN BLOGS Y MEDIOS ESPECIALIZADOS:

Fausto Fernández en Fotogramas  3 / 5

Mariló García en Cinemanía  3,5 / 5

José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario  7 / 10 

Rafael Nieto en Cinema Nostrum  1 / 5 

Roberto Piorno en Guía del Ocio  3 / 5

Manuel Castellano en Objetivo: Cine  3,5 / 5

Luis Vargas en Críticas en 8mm  7 / 10 

DeCine21  7 / 10

Alex Merino en En Clave de Cine

Daniel Rojas en Cine Baguette  4 / 5

Jordan Mintzer en The Hollywood Reporter

Franck Nouchi en Le Monde  2 / 5

Jacques Morice en Telérama  3 / 5

Isabelle Danel en Premiére  3 / 5

Nota IMDb:

Once in a Lifetime (2014) on IMDb

Nota Filmaffinity: 6,4 / 10

 ENTREVISTA CON LA DIRECTORA:
¿ Cómo ha elegido el título: “ Les Héritiers ” ?
Se impuso una vez terminado el film. Me place que la palabra se asocie a la juventud actual, multicomunitaria, multiconfesional. No se suele aplicar ese término sobre esos rostros y, sin embargo, me parece que la película se articula por la cuestión de la herencia. ¿Qué se hereda? Pero también, ¿qué se deja a nuestros «herederos»? ¿Qué se hace de su historia? ¿Es posible ignorarla, comprender la herencia de los otros? ¿Qué se conserva?


La película se inicia con una secuencia en la que cada uno se aferra a su propia lógica: una joven que ya no es alumna intenta recoger su certificado de haber superado la selectividad. La Jefa de estudios y el director del Liceo Léon Blum de Créteil le niegan la entrada al edificio debido a que lleva un fular. Lo que se hace interesante es que la escena no desvela su punto de vista…
Ese altercado tuvo lugar realmente en el Léon Blum. Ilustra los límites del diálogo en torno a dos principios igualmente sólidos: la libertad de expresión y el principio de laicidad. A lo largo de toda su escolaridad, esta joven ha respetado la ley que exige que se quite el fular antes de entrar en el Liceo. Para mí, esa secuencia establece el debate acerca de que las leyes no son forzosamente las que protegen la escuela laica. Es necesario pensar otros esquemas. Cada cual que juzgue… Sin embargo, me asusta el lugar de la religión en los programas de escolarización de un niño dado un momento. A propósito, Madame Gueguen, el personaje de Ariane Ascaride, aparece con frecuencia en clase tratando un tema religioso: el infierno, el paraíso, el juicio final, Calvino...

¿Cómo encontró a Ahmed Dramé, quien participa en el guión, actúa en el film, y que incluso está en el origen del proyecto? 
Me encanta la historia de este encuentro, pues tiene azar y obstinación. Ahmed estaba en el último curso del Liceo Léon Blum; fue al cine a ver mi primer largo, " Ma première fois ", estrenada en 2012. Más tarde, contactó conmigo por correo electrónico simplemente con la petición de que aceptara leer un esbozo de guión de 60 páginas que había escrito. En
aquel guión había una historia en torno a un concurso de humanidades y el deseo de una profesora que aterriza en un liceo de hacer que sus alumnos mejoren mediante la propuesta de ese concurso. En nuestro primer encuentro, quise saber de dónde surgía aquella idea del concurso competitivo, y descubrí que la vida de Ahmed y la de todos sus alumnos de clase de segundo se habían visto transformadas tras participar y ganar el Concurso Nacional de la Resistencia y la Deportación. Ignoraba por completo tal concurso. Ahmed me contó esta aventura y pude sentir lo mucho que esta experiencia colectiva le había transformado. Tuve el inmediato deseo de hacer una película de esta historia.

¿Se lo dijo?
Por supuesto. Le dije que todo eso que me explicaba y que no estaba en su guión, o apenas apuntado, era a un tiempo conmovedor y muy impresionante. Me emocionó mucho el recorrido de aquel joven que parecía no sufrir ya el derrotismo ambiente y el inmovilismo tan propio de la adolescencia. Le pregunté qué era lo que esperaba de mí. Se sorprendió bastante. Y en el siguiente encuentro, citamos a Madame Anglés, la profesora principal  d’Ahmed, cuyo número de teléfono hallé en las páginas amarillas. Se mostró muy sorprendida de que uno de sus alumnos se interesara a estas alturas por el año que pasaron juntos. Comenzamos a escribir el guión.

¿Y de qué modo abordaron el proyecto?
Interrogué a Ahmed casi sobre todo, muy atenta a los detalles y a aquello que le parecía secundario. Reavivé su memoria. Y me gustó sumergirme en la vida de un joven francés musulmán, apasionado por el cine, motivado por el deseo de hacer algo con su vida. Pasé mucho tiempo con Ahmed, en su casa, en su barrio. ¡Y estuve sentada en los pupitres del liceo!


¿Tuvo necesidad de encontrarse con los auténticos personajes de la historia?
No. Lo que era fundamental era la palabra de Ahmed y su mirada sobre algunos de los compañeros de esa clase. Sus recorridos, evolución, relación a través de Ahmed y Anne Anglès, su profesora. Y luego, me he basado grandemente en el documento que entregaron al final del concurso. Por  Ahmed sabía de dónde habían partido. Y leí adónde habían llegado con ese trabajo. Me limité a construir sus inquisiciones, sus evoluciones.

¿Ofreció a Ahmed su propio papel?
Difícil responder hoy a eso con claridad. Desde mi punto de vista, no, pues me reveo explicando a Ahmed la importancia de una cierta distancia y desajuste entre él y Malik, su personaje.

Durante el rodaje, ¿se mantuvo muy ceñida al guión de partida?
Sí, aunque hice improvisar mucho a los adolescentes. Rodamos con tres cámaras, por lo que nos encontramos con kilómetros de película, lo que devino un verdadero reto para el montaje de la película. Lo que descubrí en el rodaje, y sobre todo en el montaje, es que nunca hizo falta motivar a la clase. Es la esencia del film. En el momento en que hubo distanciamiento de ella,  perdí el hilo, por ese motivo se ha eliminado la mayor parte de las escenas donde aparecen Madame Gueguen y los alumnos (a parte Malik y Mélanie) fuera del liceo. Ellas mismas se eliminaban. Había que centrarse en la evolución de los niños, en la inversión que representaban. Es más, cuanto más se avanza en la película, menos se oye a la profesora. Los niños se apropian de la Historia. Se adueñan de su historia.

¿Cómo logra Anne Gueguen, el personaje de la película, igual que Anne Anglès, la profesora, cautivar a los alumnos y hacerse escuchar, según usted, mientras que la sustituta cae en el abismo?

Para entenderlo mejor, he asistido a clases de Anne Anglès en el Liceo Léon Blum, y me ha impresionado su autoridad condescendiente que invita a un respeto recíproco. Al inicio del curso, los alumnos están asustados si les ha tocado, pues tiene la reputación de ser «dura», pero paradójicamente se muestran siempre tristes cuando se va a final del curso. Logra llevarlos cada vez allá donde no se lo esperan. Asistí a otros cursos en liceos muy distintos los unos de los otros, para entender lo que es hoy en día una clase de segundo. La mayor parte del tiempo, el profesor habla en medio de un ligero guirigay de los alumnos que teclean a toda hora según las vibraciones de sus teléfonos móviles, guardados en los bolsillos o sobre las rodillas. De repente, se les ve inclinarse y comunicarse por texto. La voz del profesor no es más que un elemento entre otros, completamente desconectado, y su discurso no guarda vínculo con los alumnos.

Puede, pero LES HERITIERS muestra lo contrario: adolescentes que descubren que una historia que les suena a arqueología, o a provocación ideológica, ¡les concierne sobremanera!
Sí, es una película optimista, y tanto más cuanto que esta historia es real, y demuestra que es posible apasionar a los más reacios con tal de que lleguemos al corazón mediante procesos pedagógicos. Los alumnos comienzan a interesarse por el concurso, a estar activos. Con un momento clave: el encuentro con un testigo, Léon Zyguel, deportado cuando adolescente. Léon está acostumbrado a dar su testimonio en las aulas; es su razón de vivir desde hace 70 años. Este encuentro directo con la Historia encarnada siempre es, para todos los alumnos que preparan el concurso, un momento de inflexión. Y lo ha sido, igualmente, para los adolescentes de la película. La presencia de  Léon Zyguel me era muy entrañable, pues visitó el Léon Blum el curso en que  Ahmed preparó ese concurso. Pero Léon es un caballero muy solicitado y tuve que estar tras él repetidamente hasta que aceptó. Desconfiaba de la ficción. Evidentemente, rodamos una sola toma y fue la única escena de la jornada. Tan sólo di una instrucción a mis actores: por una vez, olvidad que se rueda una película. Vais a
escuchar a Léon y a emprender un viaje por su memoria. Y  Léon les habló exactamente como lo hace habitualmente en las verdaderas clases.


De entrada, la formidable Ariana Ascaride da vida a Madame Gueguen. ¿Cómo fue la elegida?
Me la sugirió su agente dado que ella había leído el guión. En nuestro primer encuentro, me di cuenta de su gran compromiso por la defensa de ciertos valores. Su modo de hablar sobre el guión era muy distinto a la simple lectura de un actor. Quien me hablaba era la ciudadana comprometida, hija de un resistente, y fue muy emocionante. No obstante, quise “transformarla” un poco. Le pedí que se cortara el cabello...

Ariane posee la misma energía, la misma vitalidad que Anne Anglès.


¿Y la elección de Créteil?

Una evidencia. No solamente porque la historia tuvo lugar allá abajo, sino porque Créteil es una ciudad muy cosmopolita, multiconfesional, que siempre ha alimentado sus diferencias. Se da el caso de que el Liceo Léon Blum también es extremadamente interesante de aspecto, tanto en su diseño como en su implantación. Así las cosas, ¿por qué ir a rodar a otra parte?



¿Qué sabía usted acerca de las clases de segundo que explique que haya reconstruido la atmósfera del aula de modo tan logrado?

Mi propio segundo está ya muy lejos. Así pues, he asistido a muchos cursos de francés, matemáticas, geografía e historia... Siempre de segundo, aunque en ciudades distintas. 

 ( FUENTE: A CONTRACORRIENTE FILM  )
 
TRAILER:





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