LA PELÍCULA DE MAYOR RECAUDACIÓN EN FRANCIA EN 2014. LA CONVIVENCIA ENTRE EL MATRIMONIO VERNEUIL Y SUS CUATRO YERNOS
PRODUCCIÓN: FRANCIA ( 2014 )
DIRECCIÓN: Philippe de Chauveron
INTÉRPRETES: Christian Clavier, Chantal Lauby, Ary Abittan, Medi Sadoun, Frédéric Chau, Noom Diawara, Frédérique Bel, Julia Piaton, Émilie Caen, Élodie Fontan, Pascal Nzonzi
GÉNERO: Comedia
DISTRIBUIDORA: A Contracorriente Films
SINOPSIS:
Los
Verneuil son un elegante matrimonio de provincias, tradicional, de
los de toda la vida… Las bodas de sus primeras tres hijas no
han sido como sus padres soñaban. El señor Verneuil nunca imaginó
tener un yerno musulmán, uno judío y otro chino. Los sufridos
padres esperan que su hermosa hija menor por lo menos se case por la
Iglesia.
( FUENTE: A CONTRACORRIENTE FILMS )
( FUENTE CARTEL: A CONTRACORRIENTE FILMS )
CRÍTICA:
Después de su éxito en Francia, nos llega para poder disfrutarla en estas próximas fiestas navideñas esta comedia cuyo punto de partida ya se ha contado muchas veces, pero que tiene varios momentos muy divertidos. La distribuidora A Contracorriente Films compró los derechos de " Intocable " y su gran éxito supuso un espaldarazo económico. Unos años después ha obtenido los derechos de otras dos películas muy taquilleras en Francia, como " Samba " y " Dios mío, ¿ Pero qué te hemos hecho ? ". Para obtener el éxito hay que mantener un equilibrio entre propuestas de calidad, pero que solamente tendrá éxito en el circuito de autor, y otras más taquilleras aunque sean peores.
Tras esta introducción, me voy a centrar en la película, dirigida por el desconocido en España Philippe de Chauveron, y cuyo protagonista es el actor más popular en el panorama televisivo francés ( el cómico Christian Clavier ).
En la primera mitad hay muchas cosas que ya hemos visto en otras películas, y en donde nos presentan un matrimonio que tiene que asumir que sus hijas se casen con unos hombres de culturas y religiones diferentes. Las reuniones familiares están llenas de tópicos, y las gracias son previsibles. Pero de repente hay una situación que lo cambia todo, y entonces es cuando he empezado a disfrutar con algunos momentos cómicos.
Las diferencias culturales y religiosas originan un racismo, que cuesta ocultar por parte del padre de familia, y en donde se tienen que morder mucho la boca para no herir a sus hijas. En su primera mitad está llena de tópicos, aunque alguno consigue hacer gracia, que en general no me consiguieron sacar una sonrisa. Tiene mucho en común con " Ocho apellidos vascos ", sobre todo porque al principio el padre no acepta a las parejas de su hijas.
Se disfruta mucho más que en la media de las comedias hechas en Hollywood, y es ideal para todo tipo de público.
Un guión bastante correcto, que no tiene lagunas, y con algunos grandes diálogos cómicos en las conversaciones entre Claude y Marie.
La fotografía y banda sonora tampoco son nada del otro mundo, pero tampoco esta película lo necesita.
Recomendable a todo tipo de público. Estoy seguro que gustará. Comedia para pasar un rato divertido.
SPOILERS:
Tras un breve prólogo, en donde vemos las tres bodas a las que tiene que asistir el matrimonio Verneuil, y sobre todo las caras de sorpresa de Claude y Marie, llega el momento de las comidas familiares. Las típicas discusiones con el tema racial y religioso, que terminan cuando el padre se enfada y decide abandonar esa reunión. Pasan meses en donde no se ven, y esa primera mitad es bastante rutinaria y llena de tópicos.
Entonces llega el golpe definitivo con la presentación del novio de la hija pequeña, que era la única soltera. Los padres tenían la esperanza de que por fin fuera un francés de raza blanca, de familia con dinero y sin ninguna ideología religiosa diferente a la suya. La mejor escena es cuando quedan a comer en un restaurante, y conocen por primera vez a Charles Koffi. El padre que había conseguido aceptar a sus otros yernos, de nuevo se encontraba con esa situación. Se pone de manifiesto durante toda la película el racismo y la intolerancia, y en una escena hay un homenaje a Louis de Funes. El apellido de la familia protagonista coincide con el del director francés Henry Verneuil.
LO MEJOR: La aparición del cuarto yerno. El prólogo.
LO PEOR: Las bromas y situaciones cómicas no sorprenden. Su primera mitad.
CRÍTICAS EN MEDIOS ESPECIALIZADOS:
Philipp Engel en Fotogramas 3 / 5
Javier Cortijo en Cinemanía 2,5 / 5
Alfonso Asín en Habla de Cine 4,6 / 10
Billy Wood en Telegrama para el Sr Kaplan
Jose Antonio Alarcón en Séptimo Escenario 3,5 / 10
Santi Abad en Viva Nayim 3 / 10
Suso Aria en Sensacine 3 / 4
Roberto Resino en Argoderse 5 / 10
Ignacio Pablo Rico en Guía del Ocio 2 / 5
Sergio Roma en Cineol 2 / 5
Alejandro Rodera en Críticas en 8mm 2 / 10
DeCine21
Jordi Costa en El País 3,5 / 5
Federico Marín Bellón en Abc 2 / 5
Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia 3 / 5
Jordan Mintzer en The Hollywood Reporter
Nota IMDb:
Nota Filmaffinity: 6,3 / 10
Días de cine:
ENTREVISTA AL DIRECTOR:
¿Cómo nació la originalísima idea de la película?
El día en que me di cuenta, estadísticas en mano, de que los franceses son los campeones del mundo de las bodas mixtas. Diferentes estudios afirman que aproximadamente el 20% de las uniones que se celebran en nuestro país se hacen entre personas de orígenes y confesiones distintas. En el caso de nuestros vecinos europeos, la cifra ronda el 3%.
Pero eso de las parejas mixtas ¿es algo que usted haya conocido, de cerca o de lejos?
Yo pertenezco a una familia católica y burguesa, así que sí, he visto qué clase de problemas puede provocar una pareja mixta en un ambiente como el mío, ¡y eso que éramos más modernos que los Verneuil! Mi hermano estuvo casado con una mujer de origen magrebí y yo viví con una mujer africana. Y, por deformación de mi alma de guionista, empecé a imaginar cómo viviría algo así una familia que se viera obligada a aceptar ¡cuatro bodas mixtas seguidas!
Pero su visión no es maniquea.
Sí, porque en la película todos los personajes tienen sus defectos, sus debilidades... Y queríamos poder reírnos de ello, sin segundas intenciones. La primera versión del guión se la di a leer a amigos de distintas comunidades.
¿Y el resultado fue...?
Que enseguida vi que les divertía y que la cosa funcionaba. Y sobre todo que estábamos en lo cierto. Y más aún después de las pequeñas contribuciones que todos hicieron, que me permitieron enriquecer el tema y hacerlo más auténtico.
Desde Las locas aventuras de Rabbi Jacob, muchas de las comedias que exploran las diferencias de raza o religión han dado lugar a buenas comedias.
Me halaga que la compare con esa gran película de Gérard Oury... A título personal, creo que la presencia en Francia de tantas comunidades diversas supone una riqueza tremenda, aunque no nos beneficiemos de ello necesariamente.
Chantal Lauby interpreta a una mujer muy tradicional, y también muy creyente. ¿Le recuerda a alguien?
A mi madre, aunque ella era menos estricta. Daba clases de catecismo. Yo era más bien refractario al tema, hasta hui de la comunión, pero entonces mi madre, preocupada por este rechazo, ¡me envió al psicólogo!
Los cuatro yernos, todos de origen extranjero, tienen un punto en común. ¡Todos se consideran cien por cien franceses!
Muchos hijos de inmigrantes me decían que les dolía que la gente no les considerara cien por cien franceses. La escena de "La Marsellesa" me permite ilustrar este aspecto. El padre, el señor Verneuil (Christian Clavier), que anda a la greña con el personaje de Medi Sadoun, pero también con los demás, alucina cuando les oye cantar el himno nacional. De repente les mira con otros ojos y les dice: "Me habéis emocionado".
Otra escena de culto, la de la cogorza entre los dos padres. Han desaparecido, todos se temen lo peor, pero no...
La escena de la cogorza es patrimonial en cierto modo. El cine francés está jalonado de escenas de borrachera clásicas, desde Un mono en invierno a Gangsters a la fuerza, pasando por Bienvenidos al Norte. Muchas veces no hay nada mejor para relajar una situación tensa entre dos bandos que todo el mundo daba por irreconciliables…
¿De qué clase de cine se alimenta usted?
Soy fan de las comedias de humor adolescente de los hermanos Farrelly, como Algo pasa con Mary. También soy un gran admirador de la comedia social italiana, sobre todo la de Dino Risi. Y de las películas del grupo Splendid. Les bronzés la vi por primera vez cuando se estrenó, en 1976. Tenía 11 años y Christian Clavier 25. Él aún tiene muchas anécdotas divertidas. Todavía recuerda, con regocijo no disimulado, que en la época [el periódico] "France Soir" dijo: "Después de esta película, no volverán ustedes a oír hablar de estos actores".
¿Christian Clavier y Chantal Lauby fueron su primera opción para los papeles de los padres?
Sí, completamente. A Chantal la sigo desde hace veinte años. Con [el grupo] Les Nuls dinamitó la idea que teníamos del humor televisivo, con esa forma tan seria que tenía de decir cosas horrendas. Hay que recordar que antes de ellos, el colmo de la transgresión en ese terreno era Stéphane Collaro. De Christian me gusta su forma de interpretar personajes odiosos. El guión le entusiasmó desde el primer momento. Es un actor muy preciso, muy hábil. Se conformó con añadir algún toque personal aquí y allá.
¿Hubo algo especial que le sorprendiera de Clavier?
Varias cosas. Pero sobre todo el hecho de que se sabía los diálogos de memoria. Los de todos. Estuvo al lado de todo el mundo, dando la réplica en los contraplanos, siempre disponible para todos. Les ayudó muchísimo, dando consejitos sobre las cosas más nimias y manteniendo el buen humor.
Él dice que ya no se divierte "tanto como antes", pero a mí me parece que es todo lo contrario. Aún se divierte. Lo veo en su manera de practicar la provocación en todo momento. Sigue siendo bastante gamberro. Sobre todo, su forma de bromear sin alterar el gesto es única. La gente que le rodea no sabe nunca cómo interpretar lo que dice. Aún le veo cruzando el plató el primer día, un poco seco, suspirando y mascullando: "Pff, qué flojo parece este equipo".
Háblenos de los yernos, empezando por Medi Sadoun.
Cuando le vi en Les Kaïra, me dije: "Quiero atraparlo ahora mismo". Necesitaba gente que inspirara simpatía. Le hice el casting con la escena de "La Marsellesa" y se incorporó enseguida.
Ary Abittan: ¿ya le había visto en el teatro?
¡Sí, y aporta esa mezcla única de George Clooney y Francis Blanche! Es seductor y muy divertido. Para el papel del yerno judío tunecino, parecía evidente que tenía que ser él.
¿Fred Chau?
Le había visto en el "Jamel Comedy Club". Tiene una energía comunicativa y un humor muy suyos.
¿Noom Diawara?
Me gustó mucho en "Amour sur place, ou à emporter", una obra de teatro que escribió él mismo y en la que ya salía una pareja mixta.
Los cuatro tienen encanto por arrobas.
Eso quería yo que irradiaran. En cierto modo, para mí encarnan cuatro caras del yerno ideal, aunque los Verneuil tardan un poco en darse cuenta.
Hablemos de las chicas: Frédérique Bel interpreta a la mayor de las hermanas Verneuil.
Frédérique me ha hecho reír desde "La minute blonde". Es atolondrada, divertida y sexy. Interpreta a la pareja de Medi Sadoun. Julia Piaton empieza a hacerse un nombre, siguiendo los pasos de Charlotte de Turckheim, su madre.
En Mince alors, en la que era una chica de extracción modesta, estaba maravillosa. Aquí yo la quería muy burguesa, ¡y lo hizo muy bien!
A Emilie Caen la conocemos menos.
La había visto en La clinique de l’amour!, donde está especialmente divertida. Me apetecía promocionar nuevos talentos, caras nuevas.
Como también es el caso de Elodie Fontan.
Elodie había hecho un pequeño papel en la serie de TF1 "CLEM", en la que era la mejor amiga de la heroína. Realmente es la nuera perfecta.
¿Cuál es el principal problema cuando se tienen tantos personajes?
Que todos existan, que todos tengan su momento, su "solo". Espero haber conseguido que así sea.
A Salimata Kamate (la madre africana de la película) ya la conocíamos. En Intocable, donde es la madre de Omar Sy, está magnífica. En cambio, a Pascal Nzonzi, el marido de ésta, le conocíamos menos. Su duelo verbal con Christian Clavier es una de las cumbres de la película. ¿Quién es Pascal Nzonzi?
Pascal es un gran actor de origen congoleño. Le había visto hacer el papel de Omar Bongo en un telefilme de Lucas Belvaux. Cuando empezó, hace tres décadas, se lamentaba de que no hubiera más papeles para actores negros. Ahora está encantado de que la cosa esté cambiando.
Según parece, tiene usted material para hacer el making-of más largo de la historia del cine francés. ¿Cómo es eso?
El ambiente entre ellos era tal que a veces rebasaban los límites del texto. Tenemos toneladas de tomas alternativas en las que queda patente la imaginación de cada uno. Me reí mucho, pero sin alterar el plan de trabajo. Pero es verdad que a veces el buen ambiente se nos fue un poco de las manos: tuvimos quejas de los vecinos…
¿El público necesita comedias más que nunca?
La comedia es un vector magnífico para hablar de las cosas más graves de la forma más ligera. Pero de ninguna manera quería hacer una "película con mensaje". La gente no necesita que pensemos por ella. Creo que sobre todo necesitan distraerse. Vivimos en un país magnífico que ya ha superado muchas crisis.
Entonces, ¿es optimista?
Bastante, sí. Yo crecí en medio de una crisis. En el autobús en el que iba al internado, a finales de los años setenta, principios de los ochenta, recuerdo que pasaba por delante de un anuncio alarmante que decía: "3 millones de parados, 3 millones de inmigrantes". Ahora, por suerte, sabemos que podemos vivir todos juntos, la gente lo hace a diario. ¡Francia es un país magnífico, muy rico y muy bonito!
( FUENTE: A CONTRACORRIENTE FILMS )
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