lunes, 7 de agosto de 2017

REPARAR A LOS VIVOS ( 2016 )


LA UNIÓN ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE


PAÍS: Francia ( 2016 )
TÍTULO ORIGINAL: Réparer les vivants
DIRECCIÓN: Katell Quillévéré
LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 30 de Enero de 1980, Abiyán ( Costa de Marfil )
INTÉRPRETES: Emmanuelle Seigner, Tahar Rahim, Anne Dorval, Alice Taglioni, Monia Chokri, Bouli Lanners, Finnegan Oldfield, Dominique Blanc, Alice de Lencquesaing, Karim Leklou, Kool Shen, Camille Tillier, Andranic Manet
GUIONISTAS: Katell Quillévéré, Gilles Taurand
BASADA EN: La novela homónima escrita por Maylis De Kerangal en 2013
FOTOGRAFÍA: Tom Harari
MÚSICA: Alexandre Desplat
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Les Films Pelléas, Frakas Productions, France 2 Cinéma, Les Films du Bélier
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Caramel Films
DURACIÓN: 103 minutos
PREMIOS: 7 nominaciones, incluyendo una en los premios César 2017


SINOPSIS:
Todo comienza de madrugada en un mar tempestuoso con tres jóvenes surfistas. Unas horas más tarde, en el camino de vuelta sufren un accidente. En el hospital Havre, la vida de Simón pende de un hilo. Mientras tanto, en París, una mujer espera un trasplante providencial que le pueda prolongar su vida.
 ( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: Caramel Films )
 ( Fuentes información de la película: Filmaffinity, Caramel Films, IMDb ) 


CRÍTICA:
Esta más que interesante propuesta fue mi última película en el festival de cine de Valladolid del año pasado. Es el tercer largometraje de la directora Katell Quillévéré, con guion propio y de Gilles Taurand y basada en la novela Maylis De Kerangal. Los anteriores trabajos de la directora fueron “ Suzanne ” y “ Un poisont violent ”.
La historia sigue la trayectoria de un corazón desde que un joven lo pierde hasta que salva otra vida. Se divide en dos personajes fundamentales un joven que, tras un accidente de tráfico, termina en un coma irreversible. Y una mujer con problemas de corazón, a la espera de uno nuevo para poder seguir adelante con su vida.
La cinta intenta no caer en el dramatismo, aunque hay escenas muy tristes, el aspecto que más destaca es el concepto de donación, que va de la muerte hacia la vida, genera una cadena solidaria entre desconocidos.
También tiene un pequeño perfil político, en el sentido de que se trata de un adolescente que le brinda su corazón a una mujer lesbiana madura. El corazón de cada uno nos devuelve la humanidad que llevamos dentro, ya que no entiende de distinciones de género, ni de edad, ni de raza, ni clases sociales.
Un aspecto que me llamó la atención fue el momento de la operación del trasplante, que parece muy real, aunque fue hecho todo con efectos especiales. La película tiene una visión muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver y eso se agradece.
En la parte final la directora hace un pequeño homenaje a David Bowie con la canción " Five Years ", que la utiliza para cerrar la cinta.
Puntuación: 6/10


LO MEJOR: La visión que da al mundo de las donaciones.
LO PEOR: El desarrollo de la cinta podría haber sido mejor.
( Crítica escrita por Christopher Laso )

CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIAZDOS:

José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario

Pedro de Frutos en El Ónfalos


PODCAST:




DÍAS DE CINE:
DECLARACIONES DE LA DIRECTORA:
Descubrí la novela de Maylis de Kerangal cuando se publicó en enero de 2014. El libro me fascinó inmediatamente. No podía dejar de leerlo y la historia que cuenta me conmovió profundamente.
La migración de un corazón a otro, más allá de la pura fuerza dramática inherente a una circunstancia como esta, abre perspectivas científicas, poéticas y metafísicas.
Me fascinan los elementos opuestos de la historia. Por un lado está la biomedicina moderna y los usos del cuerpo humano que están en constante evolución, y por el otro, tenemos las preguntas de siempre: Dónde termina la vida, qué es la muerte, la vida, la naturaleza simbólica de las partes de nuestro cuerpo...
La tragedia que acontece al adolescente también me hace pensar en la necesidad profunda que tenemos todos de transformar la indignación y el dolor que nos causa la muerte para sentir, para desafiar la naturaleza inalterable de nuestra condición humana.
A Suzanne, la protagonista de mi segunda película, también le perseguía la pérdida, primero de su madre, y después de su hermana. Buscaba obsesivamente la resiliencia.
Más allá del sufrimiento, más allá de los altibajos de la vida, Suzanne encuentra su camino y el instinto de supervivencia se impone.
En la adaptación de esta novela para la pantalla quiero seguir siendo fiel a ese camino abierto, luminoso, ese camino que yo también quiero seguir como director, de forma que la película sea un canto a la vida.
Para conseguir este objetivo, Gilles Taurand y yo sentimos la necesidad de incidir en el personaje de la mujer que recibe el corazón. Las personas que esperan un órgano compatible están abrumadas por la emoción y la duda. Los que han sufrido un trasplante te dirán que aunque las operaciones rozan la perfección técnica, siguen siendo extremadamente complicadas desde un punto de vista emocional y psicológico. Recibir el corazón de una persona desconocida que acaba de morir de forma natural obliga a replantearnos nuestro deseo de vivir. Claire está aterrorizada por ese trasplante, que, al mismo tiempo, le salvará la vida. Confía sus miedos a sus hijos y al cirujano.
Maylis de Kerangal describe su libro como una canción gestual (chanson de geste). La donación de órganos no es meramente orgánica, también entraña un elemento sagrado. Llevo estudiando el tema de lo sagrado y cómo traducirlo visualmente, cómo llevarlo a la pantalla desde mi primera película, Un poison violent [Love like poison]. Creo que siempre hay un sentimiento de transgresión cuando te aventuras a mirar debajo de la piel, que es una frontera natural, el protector de nuestra identidad. Los cirujanos violan esa barrera en la intimidad de los quirófanos mientras llevan a cabo su misión de salvar vidas. Pero como realizador, ¿qué puedo hacer para que el espectador acepte ciertas imágenes anatómicas tan inquietantes y brutales? Es un reto fascinante ilustrar, a través de esas imágenes, que en momentos como estos, con la vida y la muerte en la cuerda floja, lo trivial y lo sagrado van de la mano.
En su novela, Maylis de Kerangal se mueve con elegancia de un personaje a otro. Explora la esencia misma de cada uno, sin temor a desviarse del tema de su libro. Esa libertad es inherente a la palabra escrita. El cine impone una serie de limitaciones totalmente diferentes pero al menos deja que te centres en tus ganas de filmar.
Y al hacer esta película, lo que espero transmitir por encima de todo es la sensación metafísica del movimiento de una entidad viva, hacer que el flujo de continuidad orgánica que es la sangre circule por el cuerpo humano. Un corazón deja de latir en un cuerpo para prolongar la vida de otro... es un increíble viaje en el que un ser humano se da cuenta de que es un eslabón de una cadena, que forma parte de un todo. Está conectado.
 ( Fuente texto: Caramel Films )


TRAILER:

( CRÍTICA DE CHRISTOPHER LASO )


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