LOS TRAUMAS DE UNA GUERRA
TÍTULO ORIGINAL: Cessez-le-feu
DIRECCIÓN: Emmanuel Courcol
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 25 de Diciembre de 1957, Francia
INTÉRPRETES: Romain Duris, Céline Sallette, Grégory Gadebois, Julie-Marie Parmentier,Maryvonne Schiltz, Wabinlé Nabié, Yvon Martin
GUIONISTA: Emmanuel Courcol
FOTOGRAFÍA: Yann Maritaud, Tom Stern
MÚSICA: Jérôme Lemonnier
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Polaris Film Production, Finance, Fontana, Umedia
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: A Contracorriente Films
DURACIÓN: 103 minutos
SINOPSIS:
Georges es un antiguo combatiente de la Primera Guerra Mundial que, traumatizado por los horrores sufridos en las trincheras, ha dejado todo atrás y ahora viaja por los vastos territorios de África Oriental. Tras cuatro años, esta vida nómada y aventurera le conduce a un callejón sin salida y decide regresar a casa, en Francia. El reencuentro con su familia y la sociedad posterior a la Gran Guerra es muy difícil. Pero Georges encuentra la complicidad de Hélène, una bella profesora de lenguaje de signos.
(Fuente de la sinopsis: A Contracorriente Films)
(Fuente del cartel y las imágenes: Image.net-A Contarcorriente Films)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, IMDb, Wikipedia)
CRÍTICA:
El actor y guionista francés Emmanuel Courcol dirige su primer largometraje que se presentó hace dos años en el festival de cine de Locarno, y que formó parte de la sección Memoria histórica del pasado Atlántida Film Fest. La película que ya se puede ver en los cines españoles aborda un asunto poco novedoso y que ha sido tratado muchas veces, sobre todo en el cine norteamericano, el de los traumas causados por los conflictos bélicos, tanto en las familias de los soldados como en los contendientes en el campo de batalla, durante y a la vuelta de la guerra. En esta ocasión la historia se desarrolla en periodo post I guerra mundial y se desarrolla entre París y África y va intercalando escenas del presente y el pasado. La película funciona bastante bien, pese a que tiene momentos de parón en su parte central, y que cuenta con un gran reparto, en donde todos están bastante bien, tanto los protagonistas como el elenco de secundarios de lujo, demostrando que el cine francés actual, al que he criticado por sus guiones y abandonar el cine de autor para asemejarse a las producciones de Hollywood, tiene una gran escuela de actores y actrices que sacan adelante cualquier proyecto.
CRÍTICA:
El actor y guionista francés Emmanuel Courcol dirige su primer largometraje que se presentó hace dos años en el festival de cine de Locarno, y que formó parte de la sección Memoria histórica del pasado Atlántida Film Fest. La película que ya se puede ver en los cines españoles aborda un asunto poco novedoso y que ha sido tratado muchas veces, sobre todo en el cine norteamericano, el de los traumas causados por los conflictos bélicos, tanto en las familias de los soldados como en los contendientes en el campo de batalla, durante y a la vuelta de la guerra. En esta ocasión la historia se desarrolla en periodo post I guerra mundial y se desarrolla entre París y África y va intercalando escenas del presente y el pasado. La película funciona bastante bien, pese a que tiene momentos de parón en su parte central, y que cuenta con un gran reparto, en donde todos están bastante bien, tanto los protagonistas como el elenco de secundarios de lujo, demostrando que el cine francés actual, al que he criticado por sus guiones y abandonar el cine de autor para asemejarse a las producciones de Hollywood, tiene una gran escuela de actores y actrices que sacan adelante cualquier proyecto.
Romain Duris es Georges que acaba de regresar de la batalla bélica, y que tiene que reinsertarse en la sociedad francesa de la época y al mismo tiempo apoyar a Louise, su madre, que está sufrió la ausencia durante un largo periodo de tiempo de dos de sus hijos varones, Georges y Jean, y de que Marcel, su otro hermano, tampoco es apto para ayudar a mantener el equilibrio familiar. El papel del protagonista no es nada fácil ya que tiene que hacer de tripas corazón y mantener la calma, y el texto escrito por el propio director, gracias en parte a la solvencia interpretativa de Duris, logra hacer creíbles las situaciones dramáticas creadas y los momentos de alegría y desconexión de la realidad diaria. El actor francés 5 veces nominado a los César, y que de momento no tiene el Goya francés, es el protagonista de "La bruma (2018)", estrenada hace un mes en los cines españoles, y que tiene un papel secundario pero fundamental en "Todo el dinero del mundo (2017)" de Ridley Scott, realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera, y hace creíble cada uno de los pasos dados por Georges. Completan el reparto Maryvonne Schiltz que lo hace muy bien como la madre del protagonista, Céline Sallette como Hélène, y sorprende que ambas fueran ignoradas por los César 2017, ya que están intensas en las situaciones más dramáticas de la película. No me convencen tanto Grégory Gadebois, en el papel de Marcel, y Julie-Marie Parmentier en el de Madeleine. Uno de los problemas de la película es que en la segunda mitad hay personajes interesantes que desaparecen, sobre todo los femeninos, y la historia se centra más en la relación entre los dos hermanos, y sobre todo al hartazgo de Georges ante la nueva situación familiar, y su idea de volver a África, en donde mantiene amistades que quiere seguir manteniendo.
La película se inicia con unas escenas bélicas muy bien filmadas y de gran factura técnica, con el sonido ambiente y la fotografía en las trincheras y el campo de batalla. Cuando la historia se traslada a Francia hay una gran recreación de época de Mathieu Menut, y lo mismo podemos decir del diseño de vestuario, y sobre todo una banda sonora de gran factura compuesta por Jérôme Lemonnier y que es bastante variada según si la situación es más alegre o dramática y de si la escena se desarrolle en París o la campiña francesa o en tierras africanas. La película no es sencilla ya que no tiene un ritmo elevado y tiene un fondo dramático bastante potente que puede aburrir a los que buscan desconectar de la realidad con películas amables. Pero el público medio puede salir contento de la proyección y al mismo tiempo conocer una parte de la historia en un conflicto bélico que no ha sido trasladado a la gran pantalla tantas veces por el cine europeo no británico como la II guerra mundial. Además merece la pena por volver a ver a Romain Duris, uno de los mejores intérpretes del cine francés actual.
LO MEJOR: La música. Las actuaciones de Romain Duris, Maryvonne Schiltz y Céline Sallette.
LO PEOR: Algunos personajes no están bien desarrollados y pierden fuerza en la segunda mitad.
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