WIM WENDERS VUELVE A RODAR UN DOCUMENTAL, TRES AÑOS DESPUÉS DE " PINA ". LA VIDA Y EL TRABAJO DEL FOTÓGRAFO SEBASTIAO SALGADO
PRODUCCIÓN: FRANCIA ( 2014 )
DIRECCIÓN: Wim Wenders, Juliano Ribeiro Salgado
INTÉRPRETES: Sebastião Salgado, Wim Wenders, Leíla Salgado, Juliano Salgado
GÉNERO: Biográfica
DISTRIBUIDORA: Caramel Films
SINOPSIS:
Durante los últimos 40 años, el fotógrafo Sebastião Salgado ha viajado por los cinco continentes siguiendo los pasos de una humanidad en constante cambio. Ha sido testigo de algunos de los acontecimientos más destacados de nuestra historia reciente: conflictos internacionales, hambrunas y éxodos. Ahora se ha embarcado en el descubrimiento de territorios vírgenes con flora y fauna salvaje, y de paisajes grandiosos como parte de un gigantesco proyecto fotográfico que es un magnífico homenaje a la belleza de nuestro planeta. Juliano, el hijo de Sebastião Salgado, estuvo con él en sus últimos viajes y nos revela su vida y su obra junto con Wim Wenders, que también es fotógrafo.
( FUENTE: CARAMEL FILMS )
( FUENTE CARTEL: CARAMEL FILMS )
CRÍTICA:
La obra de Sebastião Salgado es impresionante. Sus fotografías son parte de la historia del siglo XX. Presente en diferentes exposiciones en diferentes ciudades del mundo, lo que demuestra la gran importancia de su obra. Su hijo Juliano Salgado junto a Wim Wenders, uno de los mejores directores vivos y responsable de obras maestras como " Paris Texas " y del documental " Pina ", se han puesto en marcha para recopilar el trabajo del fotógrafo, en lo que es un documental con tono biográfico, y en donde conocemos la totalidad de su obra y aspectos de su vida.
El mayor acierto es haber sabido mezclar las declaraciones del protagonista con las bellas imágenes de sus diferentes trabajos. En menos de una hora los dos directores han conseguido un trabajo dinámico, que no aburre y encima contando toda la obra de Sebastião. Con un diseño muy clásico y con poco espíritu transgresor han conseguido el mejor documental que he visto este año.
Ganador del premio del público en el festival de San Sebastián, y de otros dos en Cannes se presenta este viernes 31-Octubre en los cines españoles. De obligado visionado para conocer la obra del fotógrafo, y poder disfrutar de unas excelentes imágenes de lugares del planeta pocas veces vistas. Pero no es un documental de naturaleza, como los de National Geographic, sino que tiene mucho contenido social. Salgado se ha preocupado de la gente más humilde, sobre todo en África y Sudamérica, y desde el punto de vista reivindicativo nos muestra a esa gente sin recursos. Las imágenes de los niños más pobres están muy bien retratadas.
Hay muchos lugares en donde estuvo trabajando Salgado, entre ellos Papúa Nueva Guinea, la Patagonia Argentina, Ruanda, Tanzania, Burundi y la guerra en la ex Yugoslavia. El sufrimiento de la población ante el hambre y la desnutrición y los conflictos bélicos.
Hay imágenes en blanco y negro ( destacando el inicio en la mina de Sierra Pelada - Brazil ) y otras en color.
Una gran historia que cuenta con un buen guión y montaje.
Unas entrevistas interesantes, y nada aburridas, en donde hablan Sebastião Salgado, su mujer Leila, su hijo Juliano y el director Wim Wenders.
Han sabido mezclar las imágenes fotográficas con otras reales, y unas opiniones sobre lo que estamos viendo.
Un homenaje a uno de los personajes con mayor importancia en los últimas décadas del siglo XX. Su obra quedará para siempre, y será admirada por generaciones posteriores.
Recomendable a los que les guste la obra del protagonista, y a los que quieran pasar un rato agradable viendo unas bonitas y duras imágenes del planeta tierra, y sobre todo de sus habitantes más pobres.
SPOILERS:
Hay que tener en cuenta que abandonó Brazil a finales de los años 60 para escapar de la dictadura militar que gobernaba en su país. Miembro activo de la izquierda, junto a su mujer Leila, partió rumbo a Europa, en donde nacieron sus dos hijos. Uno de ellos tenía problemas de salud, y es cuando Salgado viajó a África para retratar a la población más desfavorecida.
La historia del hijo enfermo me estaba interesando, y al documental le falta ahondar más en ese asunto, porque termino desconociendo el futuro familiar, y solo se centra en su mujer y su otro hijo ( Juliano, uno de los directores del documental ).
Una vez terminado el régimen militar regresaron a su país natal, y decidieron adentrarse en la pobreza brasileña y de otros lugares del continente americano.
LO MEJOR: Las fotografías. Saber mezclar perfectamente las imágenes con las entrevistas.
LO PEOR: Algún aspecto personal que no está bien explicado.
PREMIOS Y NOMINACIONES:
- 3 PREMIOS Y 2 NOMINACIONES, INCLUYENDO 2 PREMIOS EN CANNES 2014.
( FUENTE: IMDB )
CRÍTICAS EN MEDIOS ESPECIALIZADOS:
Sergi Sánchez y Ricardo Aldarondo en Fotogramas 2 / 5 y
4 / 5
Andrea G. Bermejo en Cinemanía 4 / 5
Roberto Piorno en Guía del ocio 4 / 5
Javier Ocaña en El País
Oti Rodríguez Marchante en Abc
Joan Boter Arjona en La Naranja Corleone
Joan Boter Arjona en Facesonthebox
Xavier Vidal en Cinoscar & Rarities 3,5 / 5
Antonio Cabello Ruiz-Burruecos en Esencia Cine 8 / 10
Alain Garrido en Mysofa
Emilio Luna en El Antepenúltimo Mohicano 5 / 5
Hugo Patan Soto en Cinemaforum 10 / 10
Boyd Van Hoelj en The Hollywood Reporter
Jay Weissberg en Variety 3,5 / 5
Andrew Pulver en The Guardian 4 / 5
Nota IMDb:
Nota Filmaffinity: 7,7 / 10
Días de cine:
ENTREVISTA CON WIM WENDERS:
¿Hace cuánto que conoce a Sebastião Salgado? ¿Le había impresionado su trabajo antes de conocerlo?
Ya hace casi 25 años que conozco a Sebastião Salgado. Hace tiempo compré dos fotos suyas que me conmovieron profundamente. Las enmarqué, y desde entonces están colgadas encima de mi escritorio. Esas fotografías me llevaron a visitar poco después una exposición llamada At Work. Desde entonces, he sido un admirador incondicional del trabajo de Sebastião, a pesar de que sólo lo conocí en persona hace cinco o seis años.
¿Cuál fue el catalizador del proyecto LA SAL DE LA TIERRA?
Nos reunimos en su oficina de París. Me hizo visitar su estudio y descubrí Génesis. Era un nuevo e interesante punto de partida de su trabajo y como siempre, un proyecto de enorme envergadura con una extensa trayectoria. Me fascinó su compromiso con el trabajo y también su determinación. Después volvimos a vernos y descubrimos que a ambos nos gustaba el fútbol, y empezamos a hablar de fotografía en general. Un día, me preguntó si me interesaría acompañarle a él y a su hijo Juliano en un viaje sin una meta concreta y para él que necesitaban el punto de vista de un outsider.
Una vez que decidió codirigir la película con Juliano, el hijo de Sebastião Salgado, ¿tuvo que resolver muchos problemas? ¿El enorme volumen de material, o la elección de las fotografías? Aparte de las secuencias de Juliano filmando a su padre, ¿descubrió otros materiales de archivo?
Lo cierto es que el mayor problema fue la abundancia de material. Juliano ya había acompañado a su padre en muchos viajes alrededor del mundo. Así que había horas y horas de imágenes documentales. Yo tenía pensado acompañar a Sebastião en al menos dos "misiones": al norte de Siberia y en una expedición en globo sobrevolando Namibia. Pero tuvimos que cancelarlos porque me puse enfermo y no pude viajar. Así que empecé a centrarme en su trabajo fotográfico, y grabamos varias entrevistas en París. Pero a medida que descubría su trabajo tenía más preguntas. Y por supuesto, tuve acceso a una ingente cantidad de imágenes de archivo.
Su presencia en la película es cálida y discreta: ¿dónde se desarrollaron las entrevistas a Sebastião Salgado? ¿Y qué criterio siguieron para elegir las fotografías?
En las primeras entrevistas aparecía delante de la cámara. Pero a medida que nuestras conversaciones avanzaron tuve la impresión de que debía "desaparecer". Tenía que dejarle todo el espacio a Sebastião y, por encima de todo, a las fotografías. Había que dejar que el trabajo hablara por sí mismo. Así que se me ocurrió adoptar el enfoque de un director utilizando una especie de cuarto oscuro: Sebastião estaba delante de una pantalla, mirando las fotografías, mientras contestaba a mis preguntas sobre las mismas. La cámara estaba detrás de la pantalla, filmando sus fotografías -por decirlo de alguna forma- gracias a un espejo semitransparente. De esta forma miraba sus fotografías al mismo tiempo que al espectador. Me pareció que era el escenario más íntimo para que el público oyera cómo se expresaba al mismo tiempo que descubrían su trabajo. Cortamos casi todas las entrevistas "tradicionales" de las que sólo quedan algunos trozos. Pero se convirtió en un gran escenario preparatorio de nuestras sesiones en el "cuarto oscuro". Elegimos las fotografías juntos siguiendo sobre todo las historias que Sebastião me contó y que están en la película. Teníamos horas y horas de fragmentos a nuestra disposición.
¿Le animó a comentar sus fotografías recordándole el lugar y el momento en el que se tomaron? Una mina de oro brasileña, la hambruna en el Sahel, el genocidio de Ruanda, etc. Casi todas son imágenes trágicas. ¿Le parecieron en algún momento "demasiado bellas", como algunos le han reprochado?
En el "cuarto oscuro" recorrimos durante una buena semana toda la obra fotográfica de Sebastião, en orden más o menos cronológico. Para él fue muy difícil estar detrás de la cámara y para nosotros también porque algunos de los relatos y viajes son muy inquietantes, y algunos realmente terribles. A Sebastião le pareció que estaba volviendo a esos lugares, y para nosotros, todos esos viajes "al corazón de la oscuridad" también fueron abrumadores. A veces teníamos que parar y yo me iba a dar un paseo para distanciarme por un momento de lo que acababa de ver y oír. En lo que se refiere a si sus fotografías son demasiado bellas o estéticas, no estoy nada de acuerdo con esas críticas. Cuando fotografías la pobreza y el sufrimiento tienes que darle cierta dignidad al sujeto y evitar caer en el voyeurismo. No es fácil. Sólo se puede lograr si estableces una buena relación con la gente que está delante de la cámara, y consigues entrar en sus vidas y en su situación. Muy pocos fotógrafos lo consiguen. La mayoría llegan a un sitio, hacen unas cuantas fotos y se largan. Sebastião no trabaja así. Pasa tiempo con la gente a la que fotografía para comprender su situación, vive con ellos, simpatiza con ellos, y comparte sus vidas en la medida de lo posible. Empatiza con ellos. Hace este trabajo para la gente, para darles voz. Las imágenes tomadas sobre la marcha y las fotografías al estilo "documental" no pueden transmitir las mismas cosas. Si encuentras la forma de transmitir una situación de forma convincente, estarás más cerca de un lenguaje que corresponde a lo que estás ilustrando y al sujeto que está delante de ti. Cuanto más te esfuerces en hacer una "buena foto" más nobleza tendrá tu sujeto y más destacará. Creo que Sebastião sabía cómo revestir de dignidad a toda esa gente que se ponía delante de su cámara. ¡Sus fotografías no son sobre él sino sobre toda esa gente!
En LA SAL DE LA TIERRA, ¿trabajó basándose en un guión o la película se estructuró durante el montaje?
Escribí las líneas generales de la película, y al final el "cuarto oscuro" actuó como dispositivo conceptual. Pero en general, como ocurre en todos los documentales, debes intentar filmar material en el momento y no perderte lo que está pasando delante de ti por culpa de decisiones que has tomado previamente. Es lo que ocurrió cuando fui a Brasil y filmé a Sebastião y Lélia (su mujer) en Vitória, la ciudad donde viven, o en el interior del Instituto Terra. Tuve que dejarme guiar por lo inesperado y estar listo para rodar cuando se presentaba la ocasión. Este es el otro aspecto de mi aportación a esta película: entablar un vínculo entre la extraordinaria "otra vida" de los Salgado y el cuerpo de trabajo fotográfico. En cierto sentido, su compromiso ecológico y sus esfuerzos por regenerar la selva tropical atlántica son, en un mi opinión, tan importantes como las fotografías de Sebastião. Por esa razón, tuve la impresión de que estábamos haciendo dos documentales al mismo tiempo, que después montamos en una sola película.
El documental representa el retrato de un hombre y va de su vida a su obra. También es un estudio entrañable de la relación padre-hijo. ¿Este aspecto dual se planteó desde el principio?
Sí, nuestra película tuvo varias dimensiones desde el primer momento. La relación padre-hijo también formaba parte del proyecto desde su inicio. Hubiera podido convertirse en un obstáculo para la película. Y creo que los Salgado -padre e hijo- no se equivocaron al querer que participara en la película para evitar ese riesgo. Pero lo cierto es que es una parte muy entrañable de la película.
Una de las características más reconocibles de Salgado es que sólo utiliza el blanco y negro. ¿Cómo lo justifica él? En sus películas (EN EL CURSO DEL TIEMPO, la percepción de nuestro mundo por los ángeles en EL CIELO SOBRE BERLÍN, EL ESTADO DE LAS COSAS), usted lo utiliza con gran eficacia. ¿Esa particularidad les acercó?
Sí, la verdad es que me identifico totalmente con su uso del blanco y negro. De hecho, la parte de la película que filmé también es en blanco y negro para que encajara mejor con sus fotografías. En algún momento abordamos este tema en nuestras entrevistas. Pero al final no conservamos ese segmento en el montaje definitivo. Me di cuenta que se podía comprender ese aspecto de su trabajo sin necesidad de más explicaciones.
Ambos tienen en común la fotografía ya que usted es un reconocido fotógrafo (y, al igual que Salgado, un fan de la cámara Leica), y muchos de los personajes de sus películas (Philip Winter en ALICIA EN LAS CIUDADES, Tom Ripley en EL AMIGO AMERICANO, o Travis en PARÍS, TEXAS) mantienen un vínculo con fotografías o la fotografía. ¿Salgado conocía su trabajo tanto como usted el suyo?
Sebastião tomó muchas fotografías mientras estábamos rodando, incluso del equipo técnico. Así que puede que tenga el honor de aparecer en algunas de sus fotografías. Pero no creo que conozca mis películas tan bien como yo conozco sus fotografías. Y esa fue la razón principal por la que quise hacer esta película. El era el sujeto de mi película y no al contrario.
A lo largo de la película se pone de manifiesto la presencia y la importancia de Lélia Wanick Salgado, su mujer, en la vida y la obra de Salgado. ¿Desempeñó un papel activo en la realización de LA SAL DE LA TIERRA?
Llevan 50 años trabajando juntos. Lélia aporta una gran energía a Sebastião, algo muy necesario para sus trabajos y sus exposiciones. Además, emprenden juntos sus grandes proyectos fotográficos. Por lo tanto, era lógico que formara parte intrínseca de la película. Es una mujer extraordinaria, muy fuerte, muy directa, honesta y encantadora. Y muy divertida. ¡Los Salgado se ríen muchísimo!
La última parte de la película es un viaje inesperado, a la vez íntimo y con un enorme contenido ecológico: El regreso de la familia Salgado al rancho familiar de Aimorés en Brasil. Un paisaje espectacular devastado por la deforestación, y la increíble apuesta de los Salgado. Una apuesta que está empezando a dar frutos ya que han replantado dos millones de árboles. Para Salgado el hombre y para el fotógrafo de los conflictos humanos más dramáticos, ¿podríamos hablar de un final feliz?
Quedó claro desde el principio que teníamos que contemplar el hecho de que los Salgado tienen otra actividad además de la fotografía: su compromiso con la ecología. Así que siempre supe que debía contar dos historias al mismo tiempo. Una que contaría que el programa de reforestación que han emprendido en Brasil, y sus casi milagrosos resultados, han tenido un final feliz para Sebastião, después de toda las desgracias de las que fue testigo y de la depresión en la que se sumió al volver de Ruanda por última vez. No sólo ha dedicado Génesis, su último trabajo monumental, a la Naturaleza, sino que también se puede decir que la Naturaleza le ha permitido no perder la fe en la Humanidad.
( FUENTE: CARAMEL FILMS )
BIOGRAFÍA DE SEBASTIA SALGADO:
Sebastião
Salgado nació el 8 de febrero de 1944 en Aimorés, Minas Gerais,
Brasil. Vive en París, Francia.
Salgado
trabajó como economista antes de iniciar su carrera de fotógrafo
profesional en París, en 1973, con las agencias Sygma, Gamma y
Magnum Photographs hasta 1994. Ese año, él y Lélia Wanick Salgado
fundaron Amazonas Images, una sociedad creada únicamente para desarrollar el trabajo del fotógrafo.
Salgado ha viajado a más de 100 países para realizar sus proyectos fotográficos. La mayoría de estos trabajos, además de aparecer en un gran número de publicaciones impresas, también figuran en libros como Other Americas y Sahel-l’Homme en Détresse (1986), An Uncertain Grace (1990), Workers (1993), Terra (1997), Migraciones y Retratos (2000), y África (2007). Las exposiciones de su trabajo han viajado por todo el mundo y se han podido ver en los mejores museos y galerías.
En 2004, Salgado inició el proyecto Génesis, cuyo objetivo es mostrar el rostro inmaculado de la Naturaleza y la humanidad. Génesis está compuesto de una serie de fotografías de paisajes y vida salvaje, así como de comunidades humanas que siguen viviendo de acuerdo con sus culturas y tradiciones ancestrales. Este cuerpo de trabajo se concibe como una senda que puede tomar la humanidad para redescubrirse en la Naturaleza.
Los
dos libros de Génesis, publicados por TASCHEN, y distribuidos en
seis lenguas, salieron a la venta en la primavera de 2013. La
exposición itinerante de Génesis inició su andadura al mismo
tiempo.
Salgado ha viajado a más de 100 países para realizar sus proyectos fotográficos. La mayoría de estos trabajos, además de aparecer en un gran número de publicaciones impresas, también figuran en libros como Other Americas y Sahel-l’Homme en Détresse (1986), An Uncertain Grace (1990), Workers (1993), Terra (1997), Migraciones y Retratos (2000), y África (2007). Las exposiciones de su trabajo han viajado por todo el mundo y se han podido ver en los mejores museos y galerías.
En 2004, Salgado inició el proyecto Génesis, cuyo objetivo es mostrar el rostro inmaculado de la Naturaleza y la humanidad. Génesis está compuesto de una serie de fotografías de paisajes y vida salvaje, así como de comunidades humanas que siguen viviendo de acuerdo con sus culturas y tradiciones ancestrales. Este cuerpo de trabajo se concibe como una senda que puede tomar la humanidad para redescubrirse en la Naturaleza.
Desde los años 90, Salgado y Lélia también trabajan en la restauración de parte de la Selva atlántica brasileña. En 1998 lograron que la zona fuera declarada reserva natural y crearon el Instituto Terra, una ONG medioambiental dedicada a la reforestación, la conservación y la educación.
En 2012, Salgado y Lélia recibieron el Premio e del instituto e, UNESCO Brasil y Municipio Río de Janeiro, así como el Premio “Personalidade Ambiental” que concede el World Wildlife Fund de Brasil. Estos premios se otorgaron como reconocimiento a su trabajo con el Instituto Terra.
Salgado ha recibido un sinfín de destacados premios de fotografía como reconocimiento a sus éxitos. También es Embajador de Buena Voluntad de la UNICEF, y miembro honorario de la Academia de las Artes y las Ciencias de Estados Unidos.
( FUENTE: CARAMEL FILMS )
TRAILER:
No hay comentarios:
Publicar un comentario