miércoles, 8 de octubre de 2014

UNA NUEVA AMIGA ( 2014 )


LA NUEVA PELÍCULA DE FRANCOIS OZON, CON ROMAIN DURIS Y ANAIS DEMOUSTIER COMO PROTAGONISTAS


PAÍS: Francia ( 2014 )
DIRECCIÓN: Francois Ozon
INTÉRPRETES: Romain Duris, Anaïs Demoustier, Raphaël Personnaz, Michèle Raingeval, Audrey Quoturi
GÉNERO: Drama
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Golem Distribución
SINOPSIS:
Dos mujeres, amigas de la infancia. Las dos se casan y una tiene un bebé. Al poco tiempo, la madre enferma gravemente y le hace prometer a su amiga que cuidará al bebé y a su marido. Después de su muerte, la amiga decide ir a visitar al padre y al bebé, pero le espera una tremenda sorpresa.
( Fuente de la sinopsis, del cartel y de las imagenes: Golem Distribución )


CRÍTICA:
Francois Ozon es uno de los directores de culto del cine europeo actual. Nunca entendí tanto alago a su cine, ya que no encuentro ninguna película mala pero tampoco al nivel de un genio. Su película más redonda es " Joven y bonita ( 2013 ) ", la anterior a " Una nueva amiga ", ya que no complica la historia con unas situaciones algunas veces absurdas. " En la casa ( 2012 ) " y " Swimming pool ( La piscina ( 2003 ) ) " están también bien. 
En San Sebastián tienen mucho tirón y es raro que algún año no presente película en Donosti ( el año pasado " Joven y bonita " estuvo en la sección Perlas y en 2012 " En la casa " fue la ganadora de la Concha de Oro ).


Tenía muchas ganas de ver la nueva propuesta de Ozon y de nuevo me he llevado una gran decepción. Tras una media hora inicial extraordinaria ( como siempre en el cine del director ) vuelve a caer en sus errores habituales, principalmente " sus giros ". Si una historia funciona de manera perfecta no es necesario complicarla. Soy partidario de los giros, siempre que sean coherentes, y en el último tercio hay una serie de situaciones incoherentes.
Un acierto es la elección de los dos protagonistas, ya que tanto Romain Duris como  Anaïs Demoustier están muy creíbles, tanto en las escenas dramáticas como en las más cómicas. Pero al igual que en " Crónicas diplomáticas " la presencia de Raphaël Personnaz es un lastre, ya que no transmite nada y siempre está superado por sus compañeros de reparto.


De nuevo el cine de Ozon se sostiene en dos pilares: la banda sonora ( un acierto la elección de las canciones ) y el diseño de producción. 
El tema principal de la película ya se ha llevado a la pantalla bastantes veces. Cinestas como Pedro Almodóvar han sabido mezclar historias dramáticas con algún toque de humor. Pienso que Ozon se mueve mejor por los terrenos del drama, y que cuando quiere añadir algo de comedia ( como en esta película ) o de suspense ( en el caso de " En la casa " ) es cuando no se encuentra tan a gusto.


Emotivo final y abierto a la opinión de los espectadores, que no me desagrada. La película no es aburrida, aunque carece de momentos divertidos para ser una comedia. La simple presencia de Duris, la mejor actuación masculina del Zinemaldi 2014, hace que merezca la pena acercarse a verla.
Recomendable a casi todo el mundo, sobre todo al público de mediana edad, a los aficionados al cine de Ozon y al cine europeo en general.

SPOILERS:
Todo funciona mucho mejor en la parte inicial, con un gran comienzo en donde un travelling va recorriendo la pantalla hasta presentarnos el ataúd. Luego un prólogo en donde nos presentan a las dos amigas de la infancia, y posteriormente una de ellas muere por una enfermedad.
A partir de aquí el viudo decide travestirse, y Claire ( la amiga de su mujer ) comienza a enamorarse de esa nuevo David ( en este caso Virginia ). Un Gilles que no se entera de nada y la presencia del bebé que es la excusa para que el padre de la niña no salga de casa. Muchas situaciones no están bien contadas. 


David termina en el hospital por un accidente. 
La escena final es varios años después con David ( Virginia ), Claire y la niña, que ya ha crecido, paseando por el parque. Esa imagen da a entender que la protagonsita ha dejado a su marido para irse a vivir junto a David. Ese final sí me gusta, aunque por el camino han quedado varias situaciones ridículas y sin gracia en el intento de Ozon de mezclar géneros para mostrarnos una propuesta más entretenida y llevadera. 
Son poco creíbles las reacciones de Laura y del inocente de su marido. El más coherente, aunque pueda parecer lo contrario es David que tienen las ideas claras y ha decidido que quiere ser una mujer.


LO MEJOR: La actuación de Romain Duris. La banda sonora.
LO PEOR: La actuación Raphaël Personnaz. Los giros en el guión poco coherentes.

CRÍTICAS EN BLOGS Y MEDIOS ESPECIALIZADOS:

Desirée de Fez y Álex Montoya en Fotogramas  4 / 5 y 1 / 5

Nando Salvá en Cinemanía  3,5 / 5

José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario  7,5 / 10

Alfonso Asín en Habla de Cine  6,3 / 10 

Joan Boter en Faces on the Box  7 / 10

Joan Boter Arjona en Faces on the box  4 / 5 

Rafael Nieto en Cinema Nostrum  2 / 5

Adrián Peña en E-Cartelera

Alain Garrido en Mysofa  

Carlos Losilla en Sensacine  4 / 5

Xavier Vidal en Cinoscar & Rarities  4 / 5 

Ignacio Pablo Rico en Guía del Ocio  3 / 5

Emilio Luna en El Antepenúltimo Mohicano  3 / 5 

Gonzalo Hernández en El Antepenúltimo Mohicano  2 / 5

DeCine21  5 / 10 

Ricardo Fernández en El Café de Rick  5,5 / 10

Manu Argüelles en Cine Divergente

Carlos Boyero en El País

Luis Martínez en El Mundo

Oti Rodríguez Marchante en Abc 

David Rooney en The Hollywood Reporter

Justin Chang en Variety

Christopher Schobert en The Playlist 

Ben Nocholson en CineVue  3 / 5

Thomas Sotinel en Le Monde  3 / 5 

Pierre Murat en Télérama  5 / 5

ENTREVISTA AL DIRECTOR:
¿Cómo surgió la idea de Una nueva amiga?
La película es una adaptación libre de un relato de Ruth Rendell, The New Girlfriend, una historia de quince páginas muy en la vena de la serie “Hitchcock presenta”: Una
mujer descubre que el marido de su amiga se trasviste a escondidas. El marido se convierte en su nueva amiga, pero cuando le declara su pasión e intenta hacerle el amor,
ella le mata. Lo leí cuando rodé el cortometraje Une robe d’été, hace unos veinte años, y había escrito una adaptación muy fiel para otro corto. Sin embargo, no encontré la financiación ni el reparto ideal, y abandoné la idea.
Pero seguí pensando en la historia, es más, me perseguía. Me di cuenta de que en las grandes películas que me gustaban acerca de travestidos, los personajes no se travestían por deseo personal, sino por una obligación exterior: músicos perseguidos por la mafia en " Con faldas y a lo loco "; un actor en paro que se convierte en actriz para
trabajar en Tootsie, y otra actriz sin dinero en Víctor o Victoria… Las circunstancias externas permiten que el espectador se identifique con los personajes y que
disfrute con el travestismo sin culpabilidad ni malestar, y Billy Wilder es, en mi opinión,
la referencia perfecta para hablar de un tema semejante.


¿Por eso introduce la idea del duelo, para permitir al espectador identificarse
a pesar de todo con David/Virginia?

La idea del duelo, que no está en el relato, hace posible que el espectador y Claire entiendan el comportamiento de David antes de aceptarlo. Por eso es tan importante
la escena del flash-back en la que David consigue calmar y alimentar a la niña gracias al olor de la blusa de su mujer fallecida.
Se me ocurrió después de charlar con Chantal Poupaud, la realizadora de Crossdresser, un documental sobre los transgéneros (el ritual concreto de la transformación
es apasionante: la depilación, el maquillaje, la ocultación de la barba…). Conoce muy bien el ambiente y le pedí que me hablara de los travestidos que habían participado en
el rodaje. Mencionó a un hombre cuya esposa estaba muy enferma, ella sabía que se iba a morir y había preferido desaparecer de la vida de su marido. Para hacerla revivir,
se le había ocurrido vestirse con la ropa de su mujer y había empezado a travestirse regularmente. La idea me fascinó y me conmovió. Por fin tenía la clave para adaptar y
escribir el guion.


Pero el origen mórbido no tarda en desaparecer. Laura cede poco a poco su lugar al tercer y liberador personaje encarnado por Virginia.
El principio de la película es bastante dramático, ya que gira en torno a Laura y a su muerte, pero en cuanto la nueva amistad cobra fuerza, la ligereza, el placer, la alegría
reaparecen yendo de compras, al cine, a una discoteca. Las dos se ayudan mutuamente.
La película regresa hacia la vida, David/Virginia nunca ha sido tan feliz como ahora y Claire se abre totalmente. Hubo un momento en que escribí una nota de intención
bastante irónica: “Mi idea es que todos los hombres, al salir de la proyección, corran a comprar medias, maquillaje y vestidos, no para sus novias o mujeres, sino para ellos”.
Pero los productores pensaron que podía asustar a los financieros… Mi objetivo era hacer descubrir los artificios femeninos a los hombres, hacerles entrar en el universo
del travestismo suavemente, con ternura y humor.


Cuando el espectador se ríe no es por el personaje de David/Virginia, sino
porque el placer que siente al travestirse es contagioso, sobre todo en la escena
de las compras en el centro comercial.

La comedia nace a partir del placer que siente el personaje. Estamos con él, con su inocencia. El deseo de David es muy claro. Encuentra y acepta su identidad a la mitad de la película: será Virginia. Es el primero en pedirle a Claire que le diga la verdad a Gilles, que deje de mentir. Claire está más alterada, se hace muchas preguntas, da un paso hacia delante, se echa para atrás. Paradójicamente, es un personaje mucho más torturado y neurótico. Al principio, no sale de su asombro, incluso le dice a David que es un enfermo, un pervertido, pero recorre un cierto camino y acaba aceptando plenamente el deseo de David y su propio deseo por Virginia.


Al principio de la película, recorre veinte años del pasado utilizando unos
pocos atajos visuales muy conseguidos.

Era muy importante para identificar a los personajes. En el guion había una voz en off que lo explicaba todo, pero durante el rodaje intenté contar y visualizar lo máximo posible a través de los movimientos de la cámara. Al llegar a la sala de montaje, me di cuenta de que la voz en off sobraba. Me serví de las etapas estereotipadas de la vida, la infancia, la amistad, el matrimonio, el nacimiento de un hijo, la enfermedad, la muerte… Corría el riesgo de caer en el kitsch puro y duro, había que encontrar el distanciamiento adecuado para hacer surgir la emoción.


Una nueva amiga transcurre en un lugar poco definido desde un punto de
vista geográfico.

Algunas de mis películas están ancladas en una realidad muy precisa y muy documentada.
Algunas crean un mundo propio, como " Ocho mujeres ", " En la casa " o " Una nueva amiga ". Quería reencontrar la dimensión universal y atemporal de los cuentos
de hadas, un género que aparece desde el principio con el cuerpo de Laura en el ataúd, y al final, cuando Virginia se despierta como la Bella Durmiente.
 

¿Por qué escogió a Romain Duris?
Vi a varios actores e hicimos pruebas de maquillaje y de pelucas para ver qué aspecto tendrían de mujer y si funcionaba. También era una forma de poner a prueba su deseo de feminidad. Romain se impuso, no porque fuera “la más guapa de todas”, sino porque
comunicaba su alegría al travestirse. Había una auténtica encarnación, un placer fetichista cuando se ponía las medias, los vestidos, sin ironía ni distanciamiento.
Deseaba tanto interpretar a David/Virginia que me pareció obvio que debía ser él.


¿Cómo fue la construcción física del personaje?
Hicimos muchas pruebas de maquillaje y de pelucas. Luego le pedí que adelgazara, como hago generalmente con todas las actrices. Era importante que se sintiera cómodo
con su silueta. No tardó en pedir un par de zapatos de tacón a Pascaline Chavanne, la diseñadora de vestuario, y empezó a trabajar por sí solo.
Era necesario feminizar a Romain sin enmascarar su masculinidad. Todo giraba en torno a la dosificación según las escenas y el estado del personaje. Virginia vuelve a
andar como un hombre y enseguida tiene barba. Pero en otros momentos, debía estar muy guapa… Al principio, Virginia no está a punto, es demasiado sofisticada, exagera
su feminidad. Al igual que muchos travestis que he conocido, y que al principio se visten con la ropa de su mujer o de su madre, a Virginia le cuesta encontrarse, busca un
estilo… Poco a poco descubre cómo andar, la ropa adecuada. Al final de la película, lleva pantalones y chaqueta, ya no es rubia como Laura, ha recuperado su color. No le hacen faltan accesorios para sentirse femenina, sencillamente ha florecido.


Claire se ha vuelto más femenina.
Vestía de una forma banal, pero redescubre el placer de vestirse gracias a un hombre que se traviste y que le devuelve algo de su amiga Laura, una parte más luminosa, más
femenina. Al final, Claire también asume su propia feminidad. Lleva un vestido, está embarazada. Hubo un tiempo en que la película se llamó “Soy mujer”, pero cambié el título porque me dio miedo que los espectadores lo asociaran a David. El personaje que se convierte en mujer en la película es ante todo Claire, y de hecho, así lo canta.
 

Al igual que en muchas películas suyas, los personajes funcionan como reflejados
en un espejo, y el deseo de Claire se hace patente al observar el de David/Virginia.

A menudo construimos nuestro deseo con relación a lo que sienten los demás; nos alimentamos del deseo de los demás para saber quiénes somos. En mi película Regarde
la mer, la relación-reflejo acaba mal; una de las dos mujeres se deja matar por la que le robaba su identidad. En esta, los deseos se nutren mutuamente gracias a la muerte de Laura. Su ausencia abre un abismo en el que Claire y Virginia se encuentran.


¿Por qué escogió a Anaïs Demoustier?
Claire es un personaje complicado del que seguimos el punto de vista y, sobre todo, las reacciones como espectadora de la metamorfosis de David/Virginia. En realidad, tiene muy pocos diálogos, seguimos la evolución en su rostro: sus deseos, sus miedos, sus mentiras a Gilles y también a sí misma.
Vi a muchas actrices para el papel, pero no tardé en ver que Anaïs era la más interesante si quería filmarla como observadora. Siempre pasa algo en su rostro, en su mirada,
y en las pruebas con Romain no me quedó ninguna duda de que debía ser ella.
Le pedí que cambiara de color de pelo. Me parece que tiene la tez de una pelirroja y quería hacer resaltar las pecas.
Además, con Pascal Marti, el director de fotografía, trabajamos mucho los colores otoñales. El cabello pelirrojo encajaba a la perfección en la lógica cromática.


¿Y Raphaël Personnaz?
Le había visto para el papel de Virginia. En principio, es más fácil imaginarle de mujer que a Romain, pero no acababa de funcionar. Le llamé para decirle que no le escogía
para el papel de Virginia, pero que me gustaría ofrecerle el de Gilles, y me contestó:
“Genial, prefiero hacer de Gilles, no me sentía cómodo en el otro papel”.
 

¿E Isild Le Besco?
Isild encarna el rubio relumbrante. Al igual que para el personaje de Claire, era importante escoger a una actriz juvenil que pudiera pasar de dieciséis a treinta años… y
que tuviera un rostro luminoso, lo bastante singular como para que siguiera presente en toda la película.


La escena de la discoteca tiene una dimensión casi documentalista.
Quise mostrarla desde la mirada de Claire, que descubre ese ambiente. Me inspiré en las discotecas de los años ochenta. En aquella época había más mezcla de edades y
clases sociales en el ambiente gay. Todavía no había llegado el sida, no había barreras,
pero ahora ya no es así. El casting de la escena fue muy importante porque quería mostrar las caras y la belleza de toda esa gente. Es el corazón de la película, un momento
de bienestar, de comunión, en el que la pareja “anormal” formada por Virginia y Claire es aceptada sin prejuicios. Cuando escribí ese instante suspendido, pensé en
dos escenas de melodramas que me gustan mucho: la fiesta en casa de los amigos
del jardinero en Solo el cielo lo sabe, de Douglas Sirk, donde de pronto, el amor de la pareja parece factible, y en la balada en casa de la abuela en la costa azul en " Tú y yo ", de Léo Mac Carey.


¿Y la canción “Une femme avec toi” (Una mujer contigo), de Nicole Croisille?
Quería una canción muy sencilla. La letra era perfecta, con un ligero decalaje de sentido con la historia. Cuando entrevisté a travestis para interpretar el número, todos se
quedaron muy sorprendidos de que escogiera ese tema. No suele utilizarse en el medio transformista, prefieren apoyarse más en la ironía.


Como en los melodramas de Douglas Sirk, su película gira en torno a la diferencia
y a la aceptación del otro.

Sí, el travestismo no es el tema de la película, sino más bien la forma de enfrentarse a las diferencias y a los prejuicios. Aquí están más interiorizados que en la obra de
Douglas Sirk; la época y la sociedad han cambiado, ya que incluso los suegros de David, a pesar de proceder de un medio burgués muy católico, son más bien tolerantes,
mientras no se entere nadie… La película toca fantasías que el espectador puede o no compartir, no importa; lo esencial es ver cómo cada uno acepta la extrañeza del otro y
encuentra su identidad más allá del género masculino o femenino. Al final del guion, la voz en off de Claire citaba la famosa frase de Simone de Beauvoir: “No se nace mujer,
se llega a serlo”.
Además, quería que fuera un melodrama de verdad, llegar al fondo de la historia de amor sin perder el suspense sentimental que tiene el relato de Ruth Rendell: las llamadas
telefónicas a escondidas, las citas secretas, la entrada en el garaje… Pero aquí, el suspense no está relacionado con el mundo exterior, sino con los dos personajes:
¿Cuándo se darán cuenta de que se atraen, cuándo dejarán de engañarse acerca de sus sentimientos?


La única vez que hacen el amor, Claire rechaza a David: “Eres un hombre”.
Una frase literal que casi hace sonreír. Claire se ha perdido, sabe que no está en la cama con una mujer, pero casi lo había olvidado y ese sexo masculino la proyecta en la realidad, un poco como ocurre en el relato. Pero el personaje de Ruth Rendell mata cuando descubre el vello que la asquea. En este caso, es como si Claire matara a Virginia al rechazarle, aunque de forma simbólica y accidental. Su rechazo solo es una etapa en el recorrido que realiza. Luego la hará revivir al aceptarla tal como es y reconociendo que se ha convertido en mujer con ella.
 

Quizá sea su película más optimista, incluso más utópica. Plasma fe en el
amor y en la posibilidad de asumir los sueños y las diferencias.

Es la primera vez que cuento una historia de amor en una película, así de sencillo. He realizado películas sobre la identidad, pero es la primera vez que la identidad se construye y se alimenta a través de un sentimiento amoroso.

 ( Fuente del texto: Golem Distribución )



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