jueves, 22 de marzo de 2018

LA MUERTE DE STALIN ( 2017 )


LA SÁTIRA BRITÁNICA SOBRE LA MUERTE DE UN DICTADOR


PAÍSES: Reino Unido-Francia ( 2017 )
TÍTULO ORIGINAL: The Death of Stalin
DIRECCIÓN: Armando Iannucci

FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 28 de Noviembre de 1963, Glasgow ( Reino Unido )
INTÉRPRETES: Steve Buscemi, Simon Russell Beale, Jeffrey Tambor, Michael Palin, Andrea Riseborough, Dermot Crowley, Jason Isaacs, Rupert Friend, Olga Kurylenko, Paddy Considine, Adrian McLoughlin, Paul Whitehouse, Paul Chahidi, Tom Brooke, Justin Edwards, Richard Brake, Jonathan Aris, Roger Ashton-Griffiths
GUIONISTAS: Armando Iannucci, David Schneider, Ian Martin, Peter Fellows
BASADA EN: El cómic " La Mort de Staline. Une histoire vraie... soviétique " escrito por el francés Fabien Nury y diseñado por Thierry Robin en dos partes, en 2010 y 2012
FOTOGRAFÍA: Zac Nicholson
MÚSICA: Christopher Willis
GÉNERO: Comedia
PRODUCCIÓN: Quad Productions, Main Journey, Free Range Films, Gaumont,  France 3 Cinéma, La Compagnie Cinématographique, Panache Productions, Canal+, Cine+,  France Télévisions, Title Media
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Avalon Distribución
DURACIÓN: 106 minutos
PREMIOS: 9 Premios, incluyendo 4 premios BIFA 2018


SINOPSIS:
La noche del 2 de marzo de 1953 murió un hombre. Ese hombre es Josef Stalin, dictador, tirano, carnicero y Secretario General de la URSS. Y si juegas bien tus cartas, el puesto ahora puede ser tuyo. Basada en una historia real, La muerte de Stalin es una divertidísima sátira sobre los días previos al funeral del padre de la nación. Dos jornadas de duras peleas por el poder absoluto a través de manipulaciones y traiciones.
 ( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: Avalon Distribución )
 ( Fuentes información de la película: Filmaffinity, IMDb, Wikipedia )



CRÍTICA:
El escocés Armando Iannucci debutó en la dirección de largometrajes en 2009 con una gran sátira política titulada " In the loop ". Han transcurrido 8 años para volver a ver su nuevo trabajo cinematográfico, después de una larga y exitosa carrera en el mundo de la televisión en el género de comedia, con la participación en proyectos de gran éxito como " The Thick of it ( 2005-2012 ) " y " Veep ( 2012- ) ".
Su regreso a un trabajo para la gran pantalla no puede haber sido mejor, y aunque parecía difícil superar la excelencia de su ópera prima lo ha logrado con esta magnífica comedia, una de las mejores de los últimos años, que tiene como punto de partida un acontecimiento histórico como la muerte del dictador Josef Stalin en 1953 adaptando las dos partes de la novela gráfica " La Mort de Staline. Une histoire vraie... soviétique " escrita por el francés Fabien Nury y diseñado por Thierry Robin, y publicadas en 2010 y 2012 con los títulos de " Agonie " y " Funérailles ".
La película tiene unos diálogos ágiles y un humor muy original tanto en los ellos como en las reacciones de los personajes. Hay mucho del cine británico clásico, sobre todo de las comedias de la Ealing, pero también de ese cine norteamericano de enredos con unos personajes que hablan sin parar, soltando lo que les ocurre, y también recuerda a los Monthy Python. Sin llegar al nivel ni abordar los mismos temas en muchos momentos recuerda a obras maestras del género de la comedia como " Ser o no ser ( 1942 ) " de Lubitsch o " El gran dictador ( 1940 ) " de Chaplin.


La película se inicia con un concierto que Stalin quiere escuchar desde su mansión, y manda a sus súbditos que se grabe en directo. Pero cuando el líder ruso expresa su deseo ya es demasiado tarde y ese espectáculo de música clásica ha terminado y Andreyev ( Paddy Considine ) tiene que lograr que se vuelva a repetir para así poder grabarlo. Entonces es cuando surge la figura de la mujer clave para que suceda el asunto central, Maria Veniaminovna Yudina interpretada por Olga Kurylenko, una reaccionaria en contra del dictador y que no está de acuerdo en volver a grabar. Una nota escrita por esta mujer será el desencadenante de la muerte de Stalin que cuando la lee cae fulminado muriendo de un infarto. Este personaje femenino desaparecerá desde ese momento hasta la parte final, y aunque su tiempo en pantalla es bastante corto quedará como la persona que escribió la carta que pudo ser la causante de la muerte del dictador.
La película es una crítica a los políticos, ya que en la parte inicial se pone de manifiesto la maldad de Stalin y los métodos por los que se aprovecha del pueblo, pero una vez muerto el dictador los que hasta ese momento eran sus manos derechas iniciarán una carrera por ser el sucesor del fallecido en una lucha encarnizada que originará unas cuantas situaciones muy divertidas. 
El guión funciona bastante bien, ya que está repleto de situaciones cómicas, con un humor británico no accesible a todo tipo de público, y alejado de los tópicos tan habituales en el cine actual. 


Otro de los aciertos es el reparto lleno de magníficos intérpretes, entre los que destacan Simon Russell Beale en el papel de Beria, Steve Buscemi como Khrushchev, el miembro de los Monty Python Michael Palin en el de Molotov,  Andrea Riseborough como Svetlana, la hija de Stalin, y  Jeffrey Tambor como Malenkov. Sobre todo los dos primeros realizan unas interpretaciones que hubieran merecido algún premio, aunque en el caso de Simon Russell Beale obtuvo el premio BIFA ( cine británico independiente ) al mejor actor de reparto.
La película se presentó en el pasado festival de cine de Toronto y ha sido uno de los fenómenos de la carrera de premios del cine británico 2017-2018, logrando 13 nominaciones a los BIFA y 4 premios, y otras 2 candidaturas a los Bafta. 
El diseño de producción a cargo de Cristina Casali y el vestuario creado por Suzie Harman son dignos de mención, y también me gusta la música pegadiza compuesta por Christopher Willis.
Una película que baja algo su ritmo cómico en la media hora final, pero que mantiene el pulso durante casi 2 horas, sin necesidad de emplear situaciones tópicas o diálogos con palabras malsonantes. 
Una película recomendable a los aficionados al humor británico y a las comedias con unos diálogos ágiles. No creo que guste al gran público acostumbrado a otro tipo de comedias mucho más covencionales.


LO MEJOR: El guión que consigue hacer reír manteniendo la credibilidad de la historia. El reparto.
LO PEOR: El ritmo cómico baja en la media hora final. 

CRÍTICAS EN  BLOGS ESPECIALIZADOS:

José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario

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Pedro de Frutos en El Ónfalos


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NOTAS DE PRODUCCIÓN:
Cuando Josef Stalin, el hombre que había gobernado la Unión Soviética durante 33 años, sufre un derrame el 2 de marzo de 1953, comienza una lucha encarnizada entre sus subordinados para hacerse con el liderazgo. Dos días de locura en los que un grupo de hombres adultos sobrepasan lo humanamente correcto para sumirse en el más profundo disparate.
Esta increíble pero cierta historia sirvió de inspiración para las novelas gráficas The Death of Stalin, y su secuela Volume 2 – The Funeral, creadas por Nury y Thierry Robin. Los productores franceses Yann Zenou y Laurent Zeitoun compraron los derechos de estas publicaciones y tuvieron la brillante idea de presentar el proyecto de largometraje basado en ellas a Armando Iannucci. “Fue obvio para nosotros que él era el único capaz de manejar un tono tan particular”, comentó Yann Zenou.
Para Iannucci, el reto era hacer creíble una película cómica en ese contexto y mostrar qué estaba pasando detrás de ese mundo tan oscuro. Cuando Iannucci comenzó a adaptar la novela gráfica se quedó atónito con los hechos ya que parecían demasiado excéntricos para ser reales. “Lo que me parecía increíble de la novela gráfica era que estaba basada en hecho reales. Por ejemplo, Stalin estuvo tumbado sobre un charco de orina porque sus propios guardas estaban demasiado asustados para entrar en la habitación. Eso fue verdad”, explica Iannucci. “Cuanto más investigaba sobre la historia, más ridículos eran los hechos. Creo que la comedia será más auténtica si puedes incluir hechos reales. Los espectadores piensan ́ojalá hubiese ocurrido así ́. Es una forma de acercarse al público”, comenta Iannucci.
El reto de los guionistas era encontrar el punto medio entre el humor absurdo y la brutalidad de una dictadura. Como relata Iannucci, “quería hacer una tragicomedia en la que tragedia y la comedia se fusionaran en las escenas (...) Estar tan estresado y asustado puede llegar a ser gracioso. La intención era crear una película divertida pero que no desconcertase”. “Todos los personajes son crueles y despiadados pero te llegas a encariñar con algunos”, afirma el director. “ Quería que la audiencia recordara que las acciones y decisiones de los personajes tuvieron consecuencias devastadoras para el pueblo. Sabía que debíamos tener un respeto enorme por el hecho de que millones de personas murieron o desaparecieron y eso es algo que no puedes eludir o explicar en un chiste; debes deliberar mucho y reconocer todas esas capas de la película ” explicar Iannucci.



TRAILER:






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