EL GENOCIDIO CAMBOYANO
DIRECCIÓN: Denis Do
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 1985, París ( Francia )
INTÉRPRETES: Bérénice Bejo, Louis Garrel, Colette Kieffer, Aude-Laurence Clermont Biver, Brice Montagne, Franck Sasonoff
GUIONISTAS: Denis Do, Magali Pouzol, Elise Trinh
BASADA EN: La historia real de lo sucedido en Camboya en 1975
MÚSICA: Thibault Agyeman
GÉNERO: Animación
PRODUCCIÓN: Epuar, Juliette Films, Les Films d'Ici, Lunanime
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Alfa Pictures
DURACIÓN: 84 minutos
PREMIOS: 3 Premios, incluyendo uno en el Festival de Annecy de 2018
SINOPSIS:
1975- Phnom Penh. Chou lleva una vida tranquila en Phnom Penh hasta que una mañana la guerrilla de Jemeres Rojos sumerge a Camboya en el horror. La población es deportada a los campos y Chou se ve obligada a sufrir cuando su hijo de 4 años es secuestrado. Su mundo se viene abajo pero no pierde la esperanza. Funan es la increíble y poderosa historia de unos padres que luchan por salvar a su hijo y mantener a la familia unida en tiempos de guerra. Basada en una historia real, Funan es una producción animada de una belleza incalculable con la visión personal de Denis Do que cuenta la historia real de su madre.
( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: Alfa Pictures )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, Alfa Pictures, IMDb )
CRÍTICA:
Si hay un festival imprescindible para los aficionados al cine de animación es el que se celebra cada año en el mes de Junio en la localidad francesa de Annecy, y ser premiada como la mejor película en ese escenario no es nada fácil, ya que compite lo mejor del cine de animación procedente de casi todos los continentes. En la pasada edición la ganadora fue esta propuesta europea que hace unas semanas se acaba de estrenar en Francia, y que por lo tanto opta a los principales premios en la categoría tanto en los César, EFA, y probablemente se cuele en la shortlist de los Óscar. La película tuvo su presentación en nuestro país en el pasado festival de cine europeo de Sevilla y es la ópera prima del director francés de origen camboyano Denis Do.
El cineasta hace un retrato de lo que sucedió en Camboya en 1975, cuando los maoístas Jeremes rojos sitiaron Nom Pen ( la capital del país, en camboyano se llama Phnom Penh ) y obligaron a la población a trabajar para ellos en diferentes campos de concentración, los hombre picando tierra y las mujeres recogiendo arroz, mientras torturaban y mataban a los que se opusieran a sus métodos revolucionarios. Todo eso está muy bien reflejado en este largometraje y comienza precisamente con un prólogo en donde la gente va corriendo por las calles de la ciudad ante la llegada de este grupo de guerrilleros armados. El cineasta que nació en Francia, pero que conoce lo sucedido porque su familia sufrió ese régimen dictatorial, quiere dar a conocer a las nuevas generaciones esos años de sufrimiento, aunque el tema no es novedoso para los aficionados al cine independiente ya que lo hemos visto en los documentales de Rithy Panh.
La película es magnífica en casi todos los aspectos, ya que tiene una gran calidad técnica de la animación y sabe jugar muy bien con los colores de las imágenes e incluso tiene algunos planos en movimiento como el inicial que son un prodigio narrativo, y además cuenta una historia dura y con varios giros sorprendentes, que tiene como protagonistas a un matrimonio, Chou y Khuon, que se encuentran al principio al borde de la carretera, al igual que otras familias, y que intentan huir a la ciudad más cercana, y que van acompañados de su hijo Sovanh, las dos madres de la pareja protagonista, y algún otro familiar cercano. Cuando era difícil que la situación se complicara más es cuando llega la desaparición del niño con la abuela paterna, en una de las primeras escenas, y a partir de ese momento los padres, en especial Chou, además de buscar la supervivencia luchaban por localizar a su niño perdido.
Hay varias escenas de gran carga dramática, en donde el director de manera acertada decide no enfocar de manera directa a los disparos, sino ver la explosión desde el rostro de los protagonistas, para así poder sentir la angustia desde más cerca.
Hay algunos saltos temporales, y el diseño de los personajes también avanza con ese paso del tiempo con el cambio en el rostro, envejeciendo a los protagonistas y en el caso de Sovanh con el crecimiento lógico en un niño que al principio tenía 4 años. A nivel de guion todo encaja bastante bien salvo una situación que me descolocó y termino de comprender que sucede en la parte final de la película, y desde ese momento la película vuelve a aumentar el interés llegando hasta un gran final que me convenció y que retrata bastante bien lo que pudieron vivir algunos ciudadanos camboyanos ( no todos me supongo, ya que algunos tomarían otra decisión o no tendrían la misma fortuna ).
Los otros elementos positivos, porque esta película tiene muchos, son el empleo del sonido en las escenas de mayor acción, y sobre todo la música del compositor Thibault Agyeman con unos ritmos variados y sonidos en algunos momentos orientales que me fascinó y es uno de los motivos por los que conecté con esta historia tan real como dura, y que recomiendo a los aficionados al cine de animación europeo independiente, y a los que quieran conocer lo que sucedió en un país como Camboya hace más de 40 años.
LO MEJOR: La música. El guion y la calidad técnica de la animación.
LO PEOR: Una situación en la parte final que no comprendí.
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario
José Antonio Alarcón en Habladecine
Xavier Vidal en Cinoscar & Rarities
Pedro de Frutos en El Ónfalos
Pedro de Frutos en Coveralia
Alain Garrido en Cinema Ad Hoc
PODCASTS:
TRAILER:
CRÍTICA:
Si hay un festival imprescindible para los aficionados al cine de animación es el que se celebra cada año en el mes de Junio en la localidad francesa de Annecy, y ser premiada como la mejor película en ese escenario no es nada fácil, ya que compite lo mejor del cine de animación procedente de casi todos los continentes. En la pasada edición la ganadora fue esta propuesta europea que hace unas semanas se acaba de estrenar en Francia, y que por lo tanto opta a los principales premios en la categoría tanto en los César, EFA, y probablemente se cuele en la shortlist de los Óscar. La película tuvo su presentación en nuestro país en el pasado festival de cine europeo de Sevilla y es la ópera prima del director francés de origen camboyano Denis Do.
El cineasta hace un retrato de lo que sucedió en Camboya en 1975, cuando los maoístas Jeremes rojos sitiaron Nom Pen ( la capital del país, en camboyano se llama Phnom Penh ) y obligaron a la población a trabajar para ellos en diferentes campos de concentración, los hombre picando tierra y las mujeres recogiendo arroz, mientras torturaban y mataban a los que se opusieran a sus métodos revolucionarios. Todo eso está muy bien reflejado en este largometraje y comienza precisamente con un prólogo en donde la gente va corriendo por las calles de la ciudad ante la llegada de este grupo de guerrilleros armados. El cineasta que nació en Francia, pero que conoce lo sucedido porque su familia sufrió ese régimen dictatorial, quiere dar a conocer a las nuevas generaciones esos años de sufrimiento, aunque el tema no es novedoso para los aficionados al cine independiente ya que lo hemos visto en los documentales de Rithy Panh.
La película es magnífica en casi todos los aspectos, ya que tiene una gran calidad técnica de la animación y sabe jugar muy bien con los colores de las imágenes e incluso tiene algunos planos en movimiento como el inicial que son un prodigio narrativo, y además cuenta una historia dura y con varios giros sorprendentes, que tiene como protagonistas a un matrimonio, Chou y Khuon, que se encuentran al principio al borde de la carretera, al igual que otras familias, y que intentan huir a la ciudad más cercana, y que van acompañados de su hijo Sovanh, las dos madres de la pareja protagonista, y algún otro familiar cercano. Cuando era difícil que la situación se complicara más es cuando llega la desaparición del niño con la abuela paterna, en una de las primeras escenas, y a partir de ese momento los padres, en especial Chou, además de buscar la supervivencia luchaban por localizar a su niño perdido.
Hay varias escenas de gran carga dramática, en donde el director de manera acertada decide no enfocar de manera directa a los disparos, sino ver la explosión desde el rostro de los protagonistas, para así poder sentir la angustia desde más cerca.
Hay algunos saltos temporales, y el diseño de los personajes también avanza con ese paso del tiempo con el cambio en el rostro, envejeciendo a los protagonistas y en el caso de Sovanh con el crecimiento lógico en un niño que al principio tenía 4 años. A nivel de guion todo encaja bastante bien salvo una situación que me descolocó y termino de comprender que sucede en la parte final de la película, y desde ese momento la película vuelve a aumentar el interés llegando hasta un gran final que me convenció y que retrata bastante bien lo que pudieron vivir algunos ciudadanos camboyanos ( no todos me supongo, ya que algunos tomarían otra decisión o no tendrían la misma fortuna ).
Los otros elementos positivos, porque esta película tiene muchos, son el empleo del sonido en las escenas de mayor acción, y sobre todo la música del compositor Thibault Agyeman con unos ritmos variados y sonidos en algunos momentos orientales que me fascinó y es uno de los motivos por los que conecté con esta historia tan real como dura, y que recomiendo a los aficionados al cine de animación europeo independiente, y a los que quieran conocer lo que sucedió en un país como Camboya hace más de 40 años.
LO MEJOR: La música. El guion y la calidad técnica de la animación.
LO PEOR: Una situación en la parte final que no comprendí.
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario
José Antonio Alarcón en Habladecine
Xavier Vidal en Cinoscar & Rarities
Pedro de Frutos en El Ónfalos
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