jueves, 3 de septiembre de 2020

A LAND IMAGINED (2018)


PERDIDO EN SINGAPUR


PAÍSES: Singapur-Francia-Países Bajos (2018)
DIRECCIÓN: Yeo Siew Hua
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 1 de Abril de 1985, Singapur
INTÉRPRETES: Peter Yu, Luna Kwok, Xiaoyi Liu, Jack Tan, Ishtiaque Zico, Kelvin Ho, George Low, Andie Chen
GUIONISTA: Yeo Siew Hua
FOTOGRAFÍA: Hideho Urata
MÚSICA: Teo Wei Yong
GÉNERO: Thriller
PRODUCCIÓN: Akanga Film Asia, Films de Force Majeure, Volya Films, MM2 Entertainment
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Surtsey Films
DURACIÓN: 95 minutos
PREMIOS: 12 Premios, incluyendo tres en el Festival de Locarno y uno en la Seminci de 2018



SINOPSIS:
Wang, un trabajador chino que vive en el área industrial de Singapur sufre un accidente en el trabajo y está preocupado por la repatriación. Incapaz de dormir, comienza a frecuentar un cibercafé en medio de la noche. Con la esperanza de encontrar alguna forma de contacto humano en un lugar extranjero que lo hace sentir alienado, comienza una amistad virtual que termina siendo mucho más siniestra de lo esperado. Cuando Wang desaparece repentinamente, el policía Lok es llamado a investigar la historia descubriendo una verdad inesperada.
 (Fuente de la sinopsis, el cartel y las imágenes: Surtsey Films)
 (Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Surtsey Films, IMDb, Wikipedia)


CRÍTICA:
Los que me conocen hace tiempo sabrán mi admiración por el cine asiático actual, en especial por esos dramas o thrillers filmados con una gran delicadeza y sin necesidad de un gran ritmo, en donde el espectador tiene que ir construyendo su propia historia sin necesidad de que se lo den todo mascado. Un ejemplo de este tipo de propuestas, que llegan a cuentagotas a los cines españoles normalmente en el circuito de versión original, es esta producción de Singapur en colaboración con varios países europeos (Francia es un habitual en coproducir estas películas tan especiales), en lo que es el tercer largometraje, el segundo de ficción, dirigido por Yeo Siew Hua.
La película tuvo su presentación en el Festival de Locarno de 2018, en donde fue la gran triunfadora al ganar el Leopardo de oro a la mejor película, y unos meses después se estrenó en nuestro país en el Festival de cine de Valladolid, y lo hizo de tapadillo como la última película a concurso de la Seminci 2018 (a nivel personal fue la que más me gustó de esa edición), logrando el premio a la mejor fotografía de esa edición de la semana de cine que se celebra anualmente en la ciudad castellanoleonesa. Fue la cinta elegida por Singapur para representarla en la carrera hacia el Óscar 2020 en la categoría de película internacional.



La película se inicia con un prólogo espectacular a nivel visual y sonoro, que recorre el lugar en donde se desarrolla la historia, en un enclave especial que es el del estrecho de Singapur que separa ese país con Malasia, y que como se dice posteriormente en los últimos 30 años por la mano del hombre la tierra va ganando terreno al mar.
Una vez presentado el escenario la cámara se sitúa en una empresa constructora dirigida por Foreman Lee, que va extrayendo arena con máquinas excavadoras, y a ese lugar llega el policía Lok con su ayudante que están investigando la desaparición de Wang Bi Geng, desaparecido hace una semana y del que no se tiene rastro. 

Con ese punto de partida tan enigmático la película inicia un recorrido hacia atrás para conocer algo más de ese trabajador, sometido a condiciones infrahumanas de trabajo como casi todos los que se encuentran empleados en esa empresa y que en muchos casos proceden de Malasia, Bangladesh u otros países y tienen que aceptar lo impuesto por su jefe para no perder su visado y el puesto de trabajo. 


Una vez que conocemos lo fundamental de Wang y de sus movimientos durante los días previos a su desaparición, en especial en un cibercafé abierto 24 horas en donde trabaja una joven llamada Mindy al que acude la gente para chatear, jugar a videojuegos u otras actividades que les permitan desconectar de su trabajo diario y el insoportable calor que, como le sucede a Wang y al policía Lok, les impide dormir. La película vuelve al presente para centrarse en la investigación por parte de ese agente, que se mueve intentando sacar información a los amigos y conocidos del desaparecido. 
Al mismo tiempo vemos los movimientos turbios por parte del encargado de la empresa que mueve la arena, y comienzan a tener importancia dos personajes secundarios en cuanto a tiempo de aparición en pantalla pero fundamentales en el desarrollo de la trama, los de Mindy, la propietaria del cibercafé, y Ajit, el compañero de trabajo y amigo del desaparecido que se encuentra en la disyuntiva de si dejar la empresa y el país para regresar junto a su familia a Bangladesh o seguir en Singapur siendo sometido a unas condiciones laborales infrahumanas.


La película se sigue desarrollando de manera hipnótica, con una narración poco convencional si la comparamos con la del cine Occidental moderno, y que hace una crítica a la situación laboral en la zona y a lo difícil que lo tienen para sobrevivir los migrantes, ya sean regulares o ilegales, y al mismo tiempo sigue esa investigación policial, que en el fondo es lo de menos y no es lo que más le interesa al director sino que es un MacGuffin para contar otras cosas paralelas que son las que más le interesan. El desenlace me gusta mucho y cierra perfectamente el círculo y sirve de explicación de la trama de suspense, aunque entiendo que dejará insatisfecho a los que están acostumbrados a un tipo de cierres de películas más directos y claros, en donde te dan todo mascado, sin posibilidad de un debate posterior (lo que sí es posible en esta película, que puede tener varios finales y todos ser coherentes).
La cinta tiene muchos aspectos positivos, tanto a nivel argumental, como sobre todo en los aspectos técnicos y visuales, entre ellos la dirección de Yeo Siew Hua, que sabe sacar el máximo partido a cada uno de los detalles, y que nos presenta unos planos muy bien filmados sin necesidad de unos movimientos excesivos. 


Los puntos más fuertes del proyecto, que son fundamentales en ese carácter enigmático de la película y de lograr mantener el interés hasta ese gran final, pese a su ritmo pausado, y me refiero a la dirección de fotografía, la banda sonora y el sonido. En el caso de la fotografía el responsable ha sido el japonés afincado en Estados Unidos Hideho Urata, que gracias a su excelente trabajo nos permite disfrutar de unas imágenes de una gran belleza, en donde se emplean muy bien las diferentes variedades cromáticas, y en muchos momentos unos colores muy vivos, captando así la esencia de esa zona tan especial en el continente asiático.
En cuanto a la banda sonora compuesta por Teo Wei Yong, es fundamental para meternos en la historia, con esas melodías enigmáticas, unidas a algunas canciones muy bien insertadas, y a un sonido envolvente en las escenas de mayor suspense.


En las actuaciones es donde se encuentra el punto más débil del proyecto, ya que no me termina de convencer, en especial la de Xiaoyi Liu, que interpreta a Wang Bi Geng, el trabajador desaparecido que me parece demasiado frío y sin un cambio de registro. Por contra, sí me convencen las interpretaciones de Peter Yu como el policía Lok y Luna Kwok en el de Mindy, que me transmiten más que las del joven protagonista.
Una película que recomiendo a los que buscan experiencias diferentes en una sala de cine, y deberían verla sin necesidad de analizar cada detalle de la trama de suspense queriendo saber todo de manera directa, sino dejarse llevar por la atmósfera enigmática e ir buscando las propias soluciones a esos enigmas planteados, como muchos críticos exigen que hagamos todos con la última película dirigida por Christopher Nolan, aunque en el caso de "Tenet" el director sí marea con diálogos difíciles de entender para buscar que el espectador siga la trama, porque eso no es lo que más le interesa a Yeo Siew Hua que desde el principio deja claras sus intenciones de que no te va a contar las cosas de manera explícita, sino que hay que ir descubriéndolo observando detalles que a priori pueden carecer de gran importancia.



LO MEJOR: La fotografía. La música. La dirección.
LO PEOR: El reparto, salvo alguna excepción.

CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:

Pedro de Frutos en El Ónfalos

Pedro de Frutos en Coveralia

Miguel Martín en Nos Hacemos un cine en Orión

Laura Palacín en MacGuffin007




PODCASTS:


 


DÍAS DE CINE:

ENTREVISTA AL DIRECTOR:
A Land Imagined se adentra en la recuperación de tierras, el trabajo de los migrantes, los sueños y el insomnio, temas que no parecen estar relacionados entre sí. ¿Qué te llevó a concebir esta mezcla de temas? 
La película es la culminación de mis pensamientos en la isla-estado donde vivo y trabajo. Esta es una tierra que se ha estado "recuperando" desde antes de su creación como nación y nunca ha dejado de llenar sus mares con arena para expandir su masa de tierra. Gran parte de esta arena se importa de otros países, como la mano de obra que se trae aquí para ayudar a remodelar esta tierra. Lo que me parece problemático es que la mayor parte del discurso que recojo sobre la fuerza laboral migrante tiene que ver con la integración social y la retórica de ser buenos "anfitriones" de los "huéspedes", sin tener que lidiar con la raíz del problema que nos divide, perpetuando al mismo tiempo el efecto opuesto del alien(ación). Es por eso que esta película busca, no solo exponer la explotación estructural en el trabajo sino, lo que es más importante, humanizar a través de la comprensión de que ellos también tienen esperanzas y sueños. Porque soñar es poder transformarse, y esa metamorfosis es vida. Por otro lado, el insomnio, o la incapacidad de pensar más allá de los límites del yo e imaginar al otro, es una forma de muerte. Esta muerte es experimentada por Lok, el investigador de la policía que está atrapado en su propia vida privilegiada de soledad hasta que finalmente puede volver a soñar y reunirse en la celebración de la vida.

También vemos una mezcla de géneros, elementos del thriller de investigación, el procedimiento policial, el drama realista social y un persistente sentido del film noir. ¿Por qué era importante para usted referirse a estos géneros en A Land Imagined? 
Como todos los buenos misterios, el formato de investigación policial es capaz de atraer al público a participar en la resolución del caso. La película busca hacer cómplice al espectador en la búsqueda de Wang, colocándose en el entorno del trabajador migrante y viviendo su experiencia, en el proceso se crea una necesidad empática de comprender el personaje y su mundo. Como una película que intenta provocar un cambio en la perspectiva, es útil para mí emplear las convenciones de género que vienen con sus propias expectativas. Combinando el thriller de investigación y un drama realista social, la película adquiere una fluidez que subvierte estas expectativas y cuestiona al público lo que está viendo, en lugar de ser espectadores pasivos de los eventos que se desarrollan ante ellos. El uso de las figuras del film noir fue premeditado para crear un clima y una forma de entrar en la película. Quiero señalar al público que los problemas con los que deben lidiar nuestros personajes no son simplemente intrigas de la trama, sino un complejo laberinto de la mente, como la mayoría de las películas noir. Dado que una gran parte de la película se desarrolla en la noche, la creación del ambiente noir correcto realza de manera efectiva una cierta calidad de mis personajes sin sueño a medida que se desplazan a través de una ciudad que es a la vez familiar pero extraña.


Hay un claro cambio estructural de tiempo, espacio y perspectiva en el medio de la película que parece ir más allá de un flashback. ¿Hubo ciertas ideas de identidad y el flujo de tiempo en juego aquí? En cierto modo, este es el realismo mágico de tu película. 
Emplear una estructura que juega con una cierta alteración del tiempo más allá de un simple flashback fue mi manera de combinar dos perspectivas aparentemente dispares en una singularidad. La transformación de estas perspectivas está unida por su sueño mutuo; el que encuentra y el que quiere ser encontrado. Sin embargo, es importante que este sueño no se reduzca a una mera alucinación, para no trivializar la situación real de aquellos que están oprimidos por sus condiciones. Deseo desafiar a mi público en la construcción de las múltiples perspectivas de la película, al mismo tiempo que conservo la veracidad de la historia que he creado en base a experiencias de la vida real, contada por aquellos de las comunidades de migrantes con las que he hablado. Este realismo mágico que he estado desarrollando desde mi película anterior “In The House of Straw”, desfamiliariza los encuentros cotidianos y pone en tela de juicio los llamados "hechos" sobre los que me gustaría que mi público examinara más detenidamente y reflexionara. También es similar a mi propia experiencia de vivir en una ciudad como Singapur, donde me siento, al mismo tiempo, en casa y ajeno.

¿Qué es lo que le atrajo de su elenco multinacional para interpretar a los personajes - incluido el veterano actor de Singapur Peter Yu, Liu Xiaoyi de China que vive y reside en Singapur, Jack Tan de Malasia, Luna Kwok (Guo Yue) de China e Ishtiaque Zico de Bangladesh? 
Al tratar de crear una historia sobre los migrantes, fue importante para mí crear la combinación correcta de voces en mi película. Pasamos mucho tiempo eligiendo a los actores correctos y estoy encantado con la maravillosa química que hay entre ellos y que ha traído diversidad a la película. Aunque no de manera exhaustiva, pero en cierto modo, es un microcosmos del crisol de culturas del contexto del que soy. Me gustaría añadir que no solo el elenco, sino que incluso el equipo que hay detrás de las cámaras también es una mezcla multinacional. Mis principales colaboradores, incluido el productor español Fran Borgia, el director de fotografía Hideho Urata de Japón y el diseñador de producción James Page del Reino Unido, han contribuido a aportar su propia marca de sensibilidad a la película. Incluso cuando todos ellos han vivido en Singapur durante mucho tiempo, pudieron dar una perspectiva del extraño en el retrato de la experiencia migratoria representada en la película. 

Hay un detalle de lo extraño que se presenta el sitio de construcción aparentemente mundano y el cibercafé, que están en línea la mayor parte del tiempo. ¿Cuál es el lugar que estás imaginando para la película? 
Está ubicada principalmente en el oeste industrial de Singapur, la película explora un paisaje que no es el rascacielos ostentoso familiar, sino la maquinaria fea que se encuentra escondida en la franja que lo maneja. Cuando visité por primera vez las obras de construcción para mi investigación, recuerdo que mi cuerpo se vio conmocionado por las duras condiciones a las que los trabajadores se enfrentaban a diario. La implacable arena que soplaba incesantemente en la cara y la brutal cacofonía del ruido generado por las máquinas era absolutamente insoportable. Gran parte del diseño visual y del sonido de la película se basan en mi deseo de capturar esta realidad y presentarla en la pantalla. No creo que tales condiciones de trabajo sean algo a lo que uno pueda acostumbrarse, por lo que fue una decisión consciente aumentar la experiencia del lugar de trabajo a una cierta intensidad y no solo una rutina. La suciedad y la mugre se contrastan con el cibercafé sórdido que frecuenta Wang. Operando veinticuatro horas, estos cibercafés se convierten en un refugio para los que no tienen sueño y están solos. Existen como un espacio liminal entre la noche y el día, real y virtual, conexión y alienación. Dado que hoy en día una gran parte de nuestras vidas se vive de forma virtual, creo que es relevante involucrarnos no solo en el nivel de la soledad física, sino también en la desconexión virtual cuando la película teje su narración a través del juego de ordenador, mientras juega con nuestras actitudes desensibilizadas hacia la violencia, en todas sus formas. 
 (Fuente del texto: Notas de producción-Surtsey Films-Entrevista de Philip Cheah, miembro del consejo asesor de NETPAC)


TRAILER:

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