miércoles, 12 de noviembre de 2014

ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO ( 2014 )





UNA HISTORIA DE AMOR QUE SE VE COMPLICADA POR LA PRESENCIA DEL NARCOTRAFICANTE PABLO ESCOBAR


PRODUCCIÓN: Francia ( 2014 )
DIRECCIÓN: Andrea Di Stefano
INTÉRPRETES: Benicio Del Toro, Josh Hutcherson, Brady Corbet, Claudia Traisac, Carlos Bardem, Ana Girardot, Laura Londoño
GÉNERO: Thriller
DISTRIBUIDORA: Eone Films

SINOPSIS:
Nick, un joven surfista, cree que todos sus sueños se han hecho realidad cuando va a visitar a su hermano en Colombia. Con el trasfondo idílico de lagunas azules y blancas playas, Nick se enamora perdidamente de una bella joven llamada María. Todo parece perfecto hasta que Nick conoce al tío de la joven, un tal Pablo Escobar…
 ( FUENTE: FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN )
 ( FUENTE CARTEL: FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN )

CRÍTICA:
La ópera prima de Andrea Di Stefano, el actor italiano de apellido futbolístico, es una coproducción entre Francia, Bélgica y España.
Presente en el último festival de San Sebastián, formando parte de la sección Perlas, y con la presencia de Benicio del Toro para presentarla y recoger el premio Donosti. Inexplicable que una propuesta tan limitada haya podido formar parte de una sección tan prestigiosa.
La idea inicial está bien, en el intento de presentarnos algunos aspectos de la vida del conocido narcotraficante. Para ello introduce a un personaje, que termina siendo el verdadero protagonista, me refiero al joven Nick ( interpretado por Josh Hutcherson ). 


Lo que podía haber sido una película con tono biográfico o incluso una especie de thriller sobre las actividades de Escobar, termina siendo una propuesta romántica, con unos jóvenes intérpretes que no están acertados. Sorprende que una propuesta europea piense más en los resultados de taquilla que en la calidad, y así ser accesible al público adolescente. Igual es manía al actor americano, pero cada vez que aparece en una película me recuerda más a Mario Casas ( el actor español es bastante mejor intérprete ). Hutcherson no sabe cambiar de gesto, y sus únicas expresiones son las de sonrisa y susto. Si fuera español se le criticaría más. Me parece lo peor de la saga " Los juegos del hambre " y es curioso que vaya a estar presente en la cartelera española en dos películas al mismo tiempo ( ya que el viernes 21 se estrena la nueva propuesta basada en las novelas de Suzanne Collin. Me refiero a " Los juegos del hambre. Sinsajo parte 1 " ).


Su compañera de reparto, la española Claudia Traisac tampoco está bien. La actriz conocida por sus papeles televisivos, como el de Silvia Elías en " Luna, el misterio de Calenda ". Una pena que casi ni aparezca Carlos Bardem, porque este tipo de papeles son ideales para su capacidad interpretativa.
A nivel técnico y estético es donde se encuentra todo lo positivo de la cinta, principalmente su fotografía y sonido. Gracias a estos dos aspectos se consigue tensión en su parte central, e incluso alguna buena escena de acción. Pero para ello tienes que olvidarte del guión y centrarte en esa situación como cosa aislada del resto de la propuesta. El transporte de la droga y la presencia de Escobar como la persona de poder y que maneja a todo el mundo a su antojo, es decir una especie de Marlon Brando en " El padrino ", sí funciona bien. Pero eso sucede en las escenas de su parte central, ya que en el último tercio todo se centra en la historia de amor-desamor entre dos jóvenes, que parece un culebrón difícil de creer.


Benicio del Toro no lo hace mal, aunque no es su mejor interpretación, pero destaca por encima del resto del reparto. una pena que los productores hayan decidido que los protagonistas sean otros, aunque en el título aparezca el nombre del personaje interpretado por del Toro, y el actor aparezca como cabeza de cartel. Es extraño que en la imagen de la película ( lo que hace que el público, sobre todo los más jóvenes la vayan a ver ), no aparezcan esos dos adolescentes en la playa.


El guión es bastante desafortunado al igual que el montaje, lo que se pone de manifiesto en las persecuciones al protagonista durante el traslado de la droga, y sobre todo en la escena final en donde todo es un despropósito a todos los niveles. Un mal final e innecesario, ya que se podía haber terminado antes, sobrando la última escena en donde hay un mal montaje.
Cuando terminas de verla sigues sin conocer nada nuevo de Pablo Escobar.


Recomendable a los que quieran disfrutar de una película entretenida en su parte central-final, independientemente de la historia. Sobre todo al público adolescente, y los que buscan un cine comercial. Pero no la vayan a ver los que piensen que el protagonista es Benicio del Toro, y sobre todo los que quieran ver una película con tono biográfico.


SPOILERS:
El joven e inocente Nick es engañado y termina transportando una mercancía por una región montañosa de Colombia ( bonitas imágenes del lugar ). Cuando se entera ya es demasiado tarde, y es perseguido por el mafioso Pablo Escobar ( no por él, sino por sus súbditos ).


Escenas en donde el joven escapa cuando le buscan dentro de una casa o en el coche están bien rodadas y tienen tensión, pero están llenas de situaciones absurdas, en donde el protagonista termina escapando.
En la última escena se vuelve al principio, en un montaje erróneo e innecesario.



LO MEJOR: La tensión en varias escenas de acción.
La actuación de Benicio del Toro.
LO PEOR: El guión. Las interpretaciones de Josh Hutcherson y Claudia Traisac.




CRÍTICAS EN MEDIOS ESPECIALIZADOS:


Álex Montoya en Fotogramas  3 / 5

Javier Cortijo en Cinemanía  3,5 / 5

Suso Aria en Sensacine  2,5 / 5

Joan Boter Arjona en Faces on the Box

Antonio Cabello Ruiz-Burruecos en Esencia Cine  5,5 / 10

Carlos Boyero en El País  2,5 / 5 

Luis Martínez en El Mundo 

Oti Rodríguez Marchante en Abc  3 / 5 

Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia  3 / 5

Todd McCarthy en The Hollywood Reporter  4 / 5

Scott Foundas en Variety   3,5 / 5

Eric Kohn en Indiewire  3 / 4

Nota IMDb:

Escobar: Paradise Lost (2014) on IMDb

Nota Filmaffinity: 5,8 / 10  

Días de cine:




ENTREVISTA CON EL DIRECTOR:

Andrea Di Stefano, nacido en Roma en 1972, se crió con las comedias italianas y un tipo de cine popular. Como adolescente tímido, encontró su salvación sobre los escenarios. “ Empecé en el teatro ”, recuerda. “Eso me ayudó. Me subía a un escenario, actuaba y, cuando me bajaba, la timidez volvía a apoderarse de mí”. Con 20 años, se marchó a Nueva York, donde asistió a una escuela de arte dramático. En 1997, Marco Bellocchio le ofreció su primer papel en el cine en “ El príncipe de Homburg ”. 
Doce meses después, Dario Argento le ofreció un papel en “ El fantasma de la ópera ”. Tras regresar a los Estados Unidos, Julian Schnabel lo eligió para trabajar junto a Javier Bardem y Johnny Depp en “ Antes que anochezca ”. 
En 2009, bajo la dirección de Marina De Van, intervino junto a Sophie Marceau y Monica Bellucci en “ Don't Look Back ”, que se proyectó en Cannes. “Nine” también se estrenaría en 2009, y, aunque Rob Marshall no le dio un papel principal, a Andrea Di Stefano no le importó. Ya estaba pensando en la historia de ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO. “He hecho algunas buenas películas y he tenido algunos buenos papeles pero, al final, me di cuenta de que lo que yo quería era otra cosa”, explica.  

¿QUÉ HIZO QUE QUISIERAS PONERTE TRAS LAS CÁMARAS? 
Siempre me ha interesado la narración. Lo llevo dentro. Mientras que no puede decirse lo mismo de la dirección. Nunca había pensado siquiera en hacer mi primera película. Sólo tenía una historia que ofrecer. Únicamente puedo transcribir lo que veo en mi cabeza. A mi modo de ver, el director reproduce una especie de mundo imaginario creado por él. En mis sueños, veo los planos más hermosos y las mejores puestas en escena. Intento unir las imágenes, las escenas y las emociones, para ponerlas al servicio de la historia, valiéndome de mis experiencias como actor y mis gustos cinematográficos. Siempre me ha entusiasmado el cine, me encanta “Amanecer”, de Murnau, o “Fellini, ocho y medio (8½)”, de Fellini, y toda la obra de Kurosawa. Es, sin duda, mi única gran pasión desde mi infancia. El rodaje no fue fácil, pero todos dieron lo mejor de sí mismos. Mi obsesión era encontrar el equilibrio adecuado entre las emociones y lo que estaba sucediendo ante la cámara, de modo que los espectadores pudieran sentir la sinceridad de la escena, tal como la transmitían los actores.  

¿CÓMO MANEJASTE A LOS ACTORES? 
Cuando he trabajado yo mismo como actor, aunque no fuera precisamente Marlon Brando, siempre me sentí un poco frustrado porque tenía la impresión de que los directores no siempre prestaban atención a lo que nos preocupaba. El actor llega con su carga emocional, sus tensiones y sus expectativas y el director debe intentar hacer cuanto esté en su mano por tranquilizarlo, para que pueda esforzarse al máximo cuando llegue el momento. Una vez acabada la escena, debe hacerle pensar que ha hecho todo lo posible cuando vuelve a su camerino. Eso es lo que intento hacer yo. Escuché las ideas de todos, aunque no las usara. Las películas son cuestión de trabajo en equipo. Tengo la habilidad de leer un guión y trasponer visualmente la historia, y de imaginar cómo podría mejorarla. Siempre he hablado las cosas con los directores, así que, ¿por qué no hacer lo mismo con los actores a los que dirijo? 

 ¿TE PARECIÓ QUE EL MONTAJE FUERA COMO SI ESTUVIERAS ESCRIBIENDO UNA NUEVA VERSIÓN DE TU HISTORIA? 
Era otra versión de la misma. Había oído decir a otros directores que cortar cosas podía resultar muy difícil. Yo me encontré afrontando problemas distintos, pero siempre tuve presente la historia. Eso fue fundamental. Tenía que sumir al espectador en una atmósfera y no permitirle salir de ella.

¿CUÁLES SON TUS INFLUENCIAS? 

Tiene gracia, pero sólo empecé a fijarme en la belleza de una imagen hasta bastante tarde. Me convertí en un apasionado de la ópera a los 19 años. Cuando empecé en el teatro, descubrí que el escenario y la fuerza de la narración, combinados con música, pueden inspirar profundas emociones. Eso me dio una cierta dirección. Siempre me ha atraído el cine que gira en torno a grandes historias. Mis influencias son italianas, por supuesto, el cine de las décadas de 1950-60, pero también me gusta mucho el cine japonés. 
   
¿QUÉ QUERRÍAS QUE SINTIERAN LOS ESPECTADORES AL SALIR DEL CINE DESPUÉS DE VER ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO? 
Creo que la gente va al cine porque es lo más cerca que pueden llegar a estar de sus sueños. Los primeros planos sorprendentes, los paisajes, la gente que expresa cosas que entiendes más tarde, la música, las imágenes, el sonido, las sombras, eso es lo que busca la gente en una sala de cine. Y eso es lo que la televisión no puede ofrecer. Me gustaría que los espectadores sintieran empatía por Nick y María, pero también por Pablo. Durante la última escena, me gustaría que sintieran lástima por ese hombre.  

¿PESE A TODAS LAS ATROCIDADES QUE COMETE? 
Siempre está la cuestión de cómo contar el aspecto positivo de un personaje tan horrible y malvado. No soy documentalista. Mi trabajo consiste simplemente en contar una historia, hacer una película con, al final, una lectura puramente filosófica de este hombre. Sus actos violentos hablan por él.
 ( FUENTE: FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN )


TRAILER:




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