EL VIAJE A NINGUNA PARTE
DIRECCIÓN: Lara Izagirre
AÑO Y LUGAR DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 1985, Amorebieta (España)
INTÉRPRETES: Ane Pikaza, Héctor Alterio, Ramón Barea, Klara Badiola, Naiara Carmona, Loli Astoreka, Iñigo Aranbarri, Itziar Ituño, Joseba Usabiaga, Kepa Errasti, Aia Kruse, Peio Berterretche, June Isasi, Paul Correa
GUIONISTA: Lara Izagirre
FOTOGRAFÍA: Gaizka Bourgeaud
MÚSICA: Paula Olaz, Pascal Gaigne
GÉNERO: drama
PRODUCCIÓN: Gariza Films, Tandem Films, La Fidèle Production
DISTRIBUIDORAS EN ESPAÑA: Sherlock Films, A Contracorriente Films
DURACIÓN: 95 minutos
SINOPSIS:
Nora tiene 30 años, vive con su abuelo argentino Nicolás y cuida habitualmente de los hijos de su amiga Meri. Escribe el horóscopo en la revista del pueblo, aunque su sueño es ser escritora de viajes. La muerte de su abuelo, le dejará en herencia una Dyane 6 vieja. Aunque conduce fatal, Nora se lanzará a hacer un road trip sin rumbo por la costa del País Vasco, para acabar llevando las cenizas del abuelo al lado de las de la abuela. El camino pronto le enseñará que no es una viajera nata y que su sueño nada tenía que ver con ella, que solo era una excusa para darse una oportunidad de ser libre, de crecer, de cerrar heridas y de por primera vez, permitirse a ella misma ser feliz.
Nora tiene 30 años, vive con su abuelo argentino Nicolás y cuida habitualmente de los hijos de su amiga Meri. Escribe el horóscopo en la revista del pueblo, aunque su sueño es ser escritora de viajes. La muerte de su abuelo, le dejará en herencia una Dyane 6 vieja. Aunque conduce fatal, Nora se lanzará a hacer un road trip sin rumbo por la costa del País Vasco, para acabar llevando las cenizas del abuelo al lado de las de la abuela. El camino pronto le enseñará que no es una viajera nata y que su sueño nada tenía que ver con ella, que solo era una excusa para darse una oportunidad de ser libre, de crecer, de cerrar heridas y de por primera vez, permitirse a ella misma ser feliz.
(fuente de la sinopsis: Sherlock Films)
(fuentes del cartel y de las imágenes: Nueve Cartas)
(fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Nueve Cartas, Sherlock Films, IMDb, Wikipedia)
CRÍTICA:
El segundo largometraje dirigido por Lara Izagirre, la responsable de la interesante "Un otoño sin Berlín (2015)", es una road movie en donde la protagonista (que da título a la película) inicia un viaje por el País Vasco para llevar las cenizas de su abuelo junto a las de su abuela, y al mismo tiempo dar un giro a su vida para olvidarse de su vida diaria rutinaria. La película se presentó en la pasada edición del festival de cine de San Sebastián, inaugurando la sección Zinemira, y se mueve entre la comedia y el drama, pero no termina de funcionar en ninguno de los dos géneros, en el que es uno de los problemas del largometraje.
El segundo largometraje dirigido por Lara Izagirre, la responsable de la interesante "Un otoño sin Berlín (2015)", es una road movie en donde la protagonista (que da título a la película) inicia un viaje por el País Vasco para llevar las cenizas de su abuelo junto a las de su abuela, y al mismo tiempo dar un giro a su vida para olvidarse de su vida diaria rutinaria. La película se presentó en la pasada edición del festival de cine de San Sebastián, inaugurando la sección Zinemira, y se mueve entre la comedia y el drama, pero no termina de funcionar en ninguno de los dos géneros, en el que es uno de los problemas del largometraje.
El punto de partida es el de una joven de 30 años que vive con su abuelo Nicolás, que está enfermo, y no tiene suerte en sus relaciones sentimentales ni en su vida laboral (en la parte inicial la vemos presentarse a un trabajo en una revista de viajes, pero no es la escogida para ese puesto de trabajo).
Me gusta toda esa parte inicial con la presentación del personaje central, no tanto de los secundarios, ya que con un par de pinceladas nos pone en perspectiva de lo que es la vida diaria de Nora. Pero cuando la joven inicia su recorrido en la Dyane 6 de su abuelo por diferentes localidades del País Vasco la película se vuelve confusa, sin abordar bien ese viaje de Nora, sin una conexión entre unas escenas y otras (igual se recortaron algunas escenas importantes en la sala de montaje para reducir el metraje) y con un guion que podía haber dado algo más de sí, teniendo en cuenta el interesante punto de partida.
Tampoco se aprovecha para mostrar la belleza del paisaje natural de Euskadi, salvo alguna escena aislada en la zona costera. Por contra, me convence la dirección de Izagirre, ya que creo que el problema del proyecto es el guion escrito por la propia cineasta más que su labor como directora, y demuestra que sabe sacar el máximo partido a sus intérpretes, al igual que hiciera con Irene Escolar en su ópera prima "Un otoño sin Berlín" por la que ganó el Goya en la categoría de actriz revelación. Ane Pikaza, que tiene un pequeño papel en "Ane", está magnífica interpretando a la protagonista, en una actuación natural y sencilla, pese a que el guion no ayuda mucho al lucimiento de sus intérpretes. Entre los secundarios destacan el nonagenario Héctor Alterio, en un pequeño papel en la parte inicial como Nicolás, el abuelo de Nora, y de otras dos breves apariciones como las de Klara Badiola y Ramón Barea como los padres de la protagonista. La película tiene una escena final desconcertante, y está hablada principalmente en euskera, pero también en castellano (sobre todo en la parte inicial cuando está presente el abuelo argentino), en inglés (durante la entrevista de trabajo y otra escena en la parte final) y en francés.
Una película que puede gustar a los aficionados al cine independiente vasco actual, en especial a los que viven en esas localidades que recorre el largometraje dirigido por Lara Izagirre.
LO PEOR: El montaje. No funciona bien esa mezcla de géneros.
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
Guillermo Navarro en Habladecine
Guillermo Navarro en Habladecine
Pedro de Frutos en El Ónfalos
Ricardo Pablo López en Destino Arrakis
PODCASTS:
Tuve la suerte de compartir casa y vida, con mi aitite Pedro hasta que cumplí los diecisiete años. Cada vez que mis padres se iban de viaje, nos montaba a mi hermano y a mí en su Citroën visa marrón y nos llevaba de excursión al monte a buscar setas. Mi amama Marga, su mujer, llevaba muerta varios años cuando yo nací. De ella sé que le crujían las rodillas al subir las escaleras y que tenía unas manos iguales que las que tiene ahora mi madre y probablemente iguales a mis manos del futuro.
Por parte de padre, aitite Ramon murió hace dos años, cuando yo escribía NORA. El hombre con los ojos azules más bonitos del pueblo, guapo y elegante, callado y sencillo, amante del dulce y de la familia. En cambio, mi amama Bizenta, que es una bruja como yo y que considero una muy buena amiga, sigue al pie del cañón con sus 88 años. Junto a ella me echo las mejores siestas y es sin duda la mejor cocinera del planeta. Mis abuelos y abuelas son la inspiración para hacer NORA, cuatro personas muy diferentes que aún habiéndolas pasado canutas han tenido como filosofía de vida, “al mal tiempo, buena cara.”
Por eso NORA es una película optimista y agradable. Una película que habla de cómo la muerte de un ser querido nos coloca de frente a nuestra propia vida y nos hace tomar una decisión: tiramos para adelante o huimos. Una película ligera y veraniega, triste y feliz a la vez, que cuenta el viaje de una treintañera llamada Nora en una furgoneta destartalada después de haber perdido a su aitite Nicolás. Una película en euskara que quiere llegar a un público amplio con una mujer protagonista y realizado por un equipo creativo liderado por mujeres.
Por parte de padre, aitite Ramon murió hace dos años, cuando yo escribía NORA. El hombre con los ojos azules más bonitos del pueblo, guapo y elegante, callado y sencillo, amante del dulce y de la familia. En cambio, mi amama Bizenta, que es una bruja como yo y que considero una muy buena amiga, sigue al pie del cañón con sus 88 años. Junto a ella me echo las mejores siestas y es sin duda la mejor cocinera del planeta. Mis abuelos y abuelas son la inspiración para hacer NORA, cuatro personas muy diferentes que aún habiéndolas pasado canutas han tenido como filosofía de vida, “al mal tiempo, buena cara.”
Por eso NORA es una película optimista y agradable. Una película que habla de cómo la muerte de un ser querido nos coloca de frente a nuestra propia vida y nos hace tomar una decisión: tiramos para adelante o huimos. Una película ligera y veraniega, triste y feliz a la vez, que cuenta el viaje de una treintañera llamada Nora en una furgoneta destartalada después de haber perdido a su aitite Nicolás. Una película en euskara que quiere llegar a un público amplio con una mujer protagonista y realizado por un equipo creativo liderado por mujeres.
(fuente del texto: pressbook-Nueve Cartas)
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