martes, 11 de mayo de 2021

ILARGI GUZTIAK. TODAS LAS LUNAS (2020)


LA NIÑA SUPERVIVIENTE A DIFERENTES PERIODOS BÉLICOS


PAÍSES: España-Francia (2020)
TÍTULO ORIGINAL: Ilargi Guztiak
DIRECCIÓN: Igor Legarreta
AÑO Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 1973, Leioa (España)
INTÉRPRETES: Haizea Carneros, Josean Bengoetxea, Itziar Ituño, Zorion Eguileor, Elena Uriz, Lier Quesada
GUIONISTAS: Igor Legarreta y Jon Sagalá
FOTOGRAFÍA: Imanol Nabea
MÚSICA: Pascal Gaigne
GÉNERO: terror
PRODUCCIÓN: Arcadia Motion Pictures, Kowalski Films, Noodles Production, Pris & Batty Films, ETB, Pris and Batty Films, Ilargia Films, TVE, Vodafone, ICAA, Gobierno Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Filmax
DURACIÓN: 80 minutos


SINOPSIS:
Durante los estertores de la última guerra carlista, una niña es rescatada de un orfanato por una misteriosa mujer que habita en lo profundo del bosque. Malherida, y sintiendo estar al borde de la muerte, la pequeña creerá ver en ella a un ángel que ha venido a buscarla para llevársela al Cielo… No tardará en descubrir que este extraño ser le ha dado la vida eterna, obligándola a vivir en la oscuridad de la noche, juntas, para ‘siempre’.
Bajo su nueva condición, tendrá que enfrentarse al doloroso paso del tiempo encerrada en su cuerpo de niña, hasta conocer a Cándido, un hombre humilde que le acogerá en su casa como si de su propia hija se tratase y que le acompañará en la lucha contra su propia naturaleza y en el sueño de recuperar su vida arrebatada.
 (fuente de la sinopsis, del cartel y de las imágenes: Filmax)
 (fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Filmax, Nueve Cartas, IMDb)


CRÍTICA:
El segundo largometraje dirigido por Igor Legarreta, 3 años después de su irregular ópera prima "Cuando dejes de quererme", es una notable película que tiene cuenta con todos los elementos positivos del cine vasco de los últimos años, tanto a nivel técnico y artístico como en el interpretativo, y que cuenta una historia de época que se desarrolla durante más de 50 años en el País Vasco, desde el fin de la tercera guerra carlista en 1876 hasta los inicios de la guerra civil española en 1936.
La película sigue un desarrollo lineal sin necesidad de saltos temporales hacia atrás innecesarios (salvo una escena aislada), y tiene tres partes bien diferenciadas sin necesidad de un cartel identificativo. El inicio durante los estertores de esa guerra española que duró 5 años, y pone su punto de mira en una especie de hogar de acogida, en donde los más pequeños viven con unas monjas, y ese lugar en medio de los bombardeos sufre un ataque del que sobrevive una niña, que desde ese momento será la protagonista del relato que mezcla muy bien el terror de época con elementos de fantasía y unos dramas personales. 


Durante el primer tercio esa adolescente huirá con una mujer, y juntas intentarán sobrevivir en medio del campo de batalla.
Esa parte inicial cuenta con unas escenas muy oscuras, ya que lo que nos muestran sucede principalmente por la noche, lo que contrasta con el tono amarillo de las velas en el interior. Con el paso de los minutos, después de un avance de diez años en la historia, la película se vuelve más luminosa en esa trama que se desarrolla en la pequeña localidad en donde vive Candido junto a sus ovejas, que vive de la venta de leche y queso a sus vecinos, y que acoge a esa niña a la que llamará Amaia. Las creencias religiosas, teniendo en cuenta la fe católica de los vecinos del pueblo que acuden a la misa presidida por Sebastián, algunos elementos de fantasía y la amistad de la niña protagonista con Miguel, un niño de esa localidad situada en el norte de España, son parte fundamental de la trama en esa parte central. La película terminará a inicios de la guerra civil española, con unas situaciones en donde el terror de época y la fantasía vuelven a hacer acto de presencia para cerrar la historia con un desenlace sorprendente.


A nivel interpretativo la película es la demostración del gran nivel de las actrices y actores del cine vasco actual, y del acierto en los casting infantiles, con la presencia de Haizea Carneros que está magnífica como la niña protagonista, estando creíble en cada una de las situaciones dramáticas y en los momentos más alegres, pese a su inexperiencia. Un acierto la elección de esta joven actriz, y lo mismo podemos decir de Itziar Ituño, que vuelve a demostrar que es una de las mejores intérpretes vascas de los últimos años, en un papel secundario en cuanto al tiempo de aparición en pantalla, pero de gran importancia en el desarrollo de la trama.
Josean Bengoetxea cumple en un personaje como el de Candido que sufre por un pasado familiar traumático, y me parece también un acierto su elección para interpretar a este hombre bonachón que acoge a esa niña huérfana.
Completan el reparto Zorion Eguileor en el papel del cura Sebastián, Lier Quesada como el niño Miguel y Elena Uriz en una breve aparición como la madre superiora que aparece en los primeros minutos en el hospicio.


A nivel técnico y artístico la película luce pese a no contar con un gran presupuesto, y aprovecha al máximo la belleza del paisaje natural de localidades de Guipúzcoa (Mutriku, Gaintza, Artikutza, Zizurkil), Vizcaya (Orozko, Gallarta, Erandio) y Navarra (Erratzu, Urbasa y embalses de Leurtza), en una gran recreación de época que cuida al máximo todos los detalles para situarnos en los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Para ello la propuesta ha contado con nombres de lujo como los de Pascal Gaigne, el compositor habitual de las grandes producciones vascas de los últimos años, que ha sacado adelante una banda sonora potente y muy variada que encaja muy bien con los diferentes escenarios. Un ejemplo más del talento del excelente músico francés afincado en el País Vasco 5 veces nominado al Goya, y que ganó el cabezón por su trabajo en "Handía".


Además de Gaigne, en este proyecto son fundamentales el montador Laurent Dufreche, que ganó el Goya por "Handía", Mikel Serrano en la dirección artística y sobre todo el gran trabajo como director de fotografía de Imanol Nabea, que juega muy bien con las luces y las sombras en unos planos de una gran belleza. Pero también es meritorio el trabajo de Leire Orella en el diseño de vestuario de época, y de los técnicos maquilladores y peluqueros cuyo trabajo luce teniendo en cuenta el envejecimiento de algunos personajes con el paso de los años.
No me gustaría olvidarme de la labor en la dirección de Igor Legarreta que es fundamental para que el proyecto funcione tan bien.
Una película que recomiendo, que no tendrá la repercusión comercial de otras producciones de la cartelera española actual, que me recordó mucho a "Errementari (El Herrero y el diablo)", tanto a nivel estético como argumental, en donde hay un homenaje al Frankenstein de James Whale y al cine clásico de vampiros.


LO MEJOR: La música. La fotografía.
LO PEOR: Algunos personajes no están bien desarrollados.

CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:

Guillermo Navarro en Habladecine

Pedro de Frutos en El Ónfalos

Ricardo Pablo López en Destino Arrakis

Alberto Tovar en El Palomitrón

Telma Hosta en Los Lunes Seriéfilos


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DÍAS DE CINE:
NOTAS DEL DIRECTOR:
"Ilargi Guztiak. Todas las Lunas" es la historia de una condena. La condena de vivir para siempre, ese viejo anhelo de la Humanidad que parece ir en contra de su esencia misma. La historia de una condenada, que ha de vagar por la vida en busca de su muerte arrebatada, iniciando así un largo viaje hacia la aceptación; la aceptación de la vida como un proceso complejo e imprevisible al que sólo se le puede dotar de perspectiva a través de la propia muerte. Vida y muerte, en definitiva, como algo indivisible.
Tomando como punto de partida el mito del vampirismo, la película ofrece un tratamiento naturalista para alejarse de lugares comunes y poner el peso dramático en el relato existencial. Y es que "Ilargi Guztiak. Todas las Lunas” no es una película de terror. Es un relato romántico, un drama fantástico que reflexiona sobre nuestro deseo de perdurar, de trascender, ese preciado botín que ofrecen la mayor parte de las religiones a cambio de una vida entregada a la fe. Un regalo que parece alejar las sombras de la existencia y busca protegernos del miedo a la muerte.


Los referentes de esta película son básicamente cinematográficos. Sobre todo, “Déjame entrar” (2008, Tomas Alfredson) por el tratamiento del genero. También películas de vampiros, como “Entrevista con el vampiro” (2004, Neil Jordan). Y otras como “Vacas” (1992, Julio Medem) o “Juegos prohibidos” (1952, René Clément) por la mirada de la infancia a la religión o la muerte.
Rodada íntegramente en euskera y ambientada a finales del SIXX en un entorno rural, los parajes escogidos para la filmación de la película son auténticos personajes secundarios. Las localizaciones no sólo contribuyen a enriquecer la puesta en escena, a dotar al relato de un halo mágico, sino que las cuevas, las montañas y los bosques nos ayudan a entender mejor el mapa emocional de los personajes y su lugar en el mundo.
Y, dentro de esos personajes, (con Itziar Ituño y Josean Bengoetxea a la cabeza), mención aparte se debe a nuestra joven protagonista, Haizea Carneros. Inteligente, disciplinada, llena de talento, Haizea ha demostrado en su debut cinematográfico que, si ella quiere, tiene por delante una larga y fructífera carrera artística. De momento, podremos disfrutar en “Ilargi Guztiak” de su fuerza y de su vulnerabilidad, de sus dudas y de su arrojo. De su miedo al dolor, y a la muerte, y de sus ganas por superarlo.
 (fuente del texto: pressbook-Filmax)


TRÁILER:

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