martes, 15 de mayo de 2018

LA FÁBRICA DE NADA ( 2017 )


LA LUCHA POR LOS DERECHOS LABORALES DE LOS TRABAJADORES


PAÍS: Portugal ( 2017 )
TÍTULO ORIGINAL: A fábrica de nada
DIRECCIÓN: Pedro Pinho
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 1977, Lisboa ( Portugal )
INTÉRPRETES: José Smith Vargas, Carla Galvão, Njamy Sebastião, Joaquim Bichana Martins, Daniele Incalcaterra
GUIONISTAS: Pedro Pinho, Luisa Homem, Leonor Noivo, Tiago Espanha
FOTOGRAFÍA: Vasco Viana
MÚSICA: José Smith Vargas, Pedro Rodrigues
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Terratreme Filmes
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: La Aventura Audiovisual
DURACIÓN: 177 minutos
PREMIOS: 16 Premios, incluyendo uno en el festival de Cannes y dos en el de Sevilla de 2017



SINOPSIS:
Los empleados de una fábrica portuguesa de ascensores temen que sus puestos de trabajo peligren tras descubrir que la dirección ha estado retirando maquinaria a hurtadillas. Este es el desencadenante de una lucha de voluntades, pues la mayoría de los obreros se niega a colaborar en las posteriores negociaciones y empiezan a ocupar su lugar de trabajo. Hasta que, ante su sorpresa, los jefes desaparecen de repente y los dejan con una fábrica medio vacía en sus manos. Este film realista y extremadamente contemporáneo observa con ironía cómo surgen nuevos deseos cuando a uno se le desmorona el mundo.
 ( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: La Aventura Audiovisual )
 ( Fuentes información de la película: Filmaffinity, IMDb, Wikipedia, La Aventura Audiovisual )


CRÍTICA:
El director de fotografía Pedro Pinho dirige su segundo largometraje de ficción, después de haber sido el responsable de la fotografía de bastantes largometrajes documentales. La propuesta es una de las más interesantes de los últimos años dentro del panorama del cine de autor, y viene avalada por los importantes premios logrados, entre otros el Fipresci en Cannes justo hace un año ( curiosamente la película se estrena cuando estamos en la nueva edición del festival francés ), ya que la cinta formó parte de la Quincena de realizadores, y el premio de la crítica en Cannes se entrega a la mejor película de esa sección. Posteriormente recibió el Giraldillo de oro a la mejor película en el festival de cine europeo de Sevilla y también se pudo ver en el festival de Gijón ( en donde tuve la suerte de ver por primera vez ) ya que formó parte de la sección Rellumes del FICX 2017. Hace unos meses se llevó el premio Fénix al mejor montaje.
La historia se desarrolla en el interior de una fábrica de ascensores en donde sus trabajadores se unen para evitar los despidos de la empresa y las negociaciones entre la patronal y los sindicatos, y la manera diferente en la que los empleados plantean su futuro, en unos casos aceptando y firmando las condiciones de despido de la empresa y en otros negándose a firmar y haciendo huelga para defender lo que creen sus derechos. 


La idea surgió en lo que sucedió en la fábrica de ascensores OTIS en la década de los 70, y el proyecto ha tardado 2 años en sacarse adelante con un trabajo previo que ha tenido lugar en el Norte de Lisboa, en una zona cerca del río Tajo, y allí se han llevado a cabo entrevistas con trabajadores para conocer mejor la situación laboral actual y los casos de despido en esas empresas. La cinta se ha rodado en el interior de la fábrica OTIS, la misma en la que los productores, guionistas y el director se han basado para sacar adelante el proyecto. La película no se hace pesada, pese a sus 3 horas de duración y gana en su segundo visionado ( al menos eso me sucedió, cosa habitual cuando veo una película en los últimos días de un festival y la vuelvo a recuperar cuando se estrena en cines ), y es uno de los mejores retratos que se han hecho en las últimas décadas de las relaciones laborales, de la situación social del momento y de las luchas de los trabajadores por sus derechos. Hay muchos diálogos en el interior de esa fábrica y cada una de esas conversaciones son interesantes, y se dan a conocer las versiones de las dos partes, aunque está claro que el director se posiciona sin decirlo a favor de los trabajadores, aunque también cuestiona " el socialismo actual " en una larga escena final que es un magnífico colofón a la película con un diálogo entre dos personas lleno de sinceridad y que retrata la realidad social actual, sobre todo de la gente que dice que es de izquierdas pero intenta vivir con los lujos de las clases altas y que se ha plegado al capitalismo y que es difícil que abandone esas propiedades y el acceso a la tecnología cara pese a ir pregonando lo malo del capitalismo y las modernización de la sociedad del siglo XXI en los países desarrollados.


Con un gran trabajo de fotografía de Vasco Viana, uno de los técnicos portugueses más importantes del panorama actual, y rodada en 16 mm, dotando al proyecto de un aroma al cine más independiente cercano al documental. También destacan las música y las canciones están muy bien seleccionadas, y tiene como colofón una sorpresa en la parte final con la unión de los empleados de la fábrica para cantar el tema que da título al proyecto y al mismo tiempo realizar una coreografía muy bien trabajada. Ese momento musical, junto a cada una de las conversaciones y temas planteados en esas reuniones en el interior de la fábrica, son los momentos más interesantes de este proyecto que tiene los momentos de parón cuando se adentra en la vida privada de los personajes, sobre todo del protagonista con su mujer y su hijo, ya que estas escenas no aportan mucho al conjunto de la trama, y se podía haber buscado algún detalle que uniera la vida laboral y familiar de ese joven trabajador de esa fábrica.
La película no es fácil por su duración, ritmo pausado y por tratar unos temas que pueden ser poco atractivos para el público medio, pero es muy recomendable a los que disfrutan con el cine de autor con contenido social y con una importante reflexión sobre la situación laboral en la sociedad actual en los países desarrollados.


LO MEJOR: Las reuniones e intercambio de opiniones en relación con el asunto central. El momento musical y la escena final.
LO PEOR: Las historias personales y familiares de los personajes que nos muestra la película son intrascendentes en relación con la lucha de esos personajes por sus derechos laborales en la fábrica.

CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:

José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario

Alberto Garrido en Habladecine

Pedro de Frutos en El Ónfalos

Miguel Martín en Nos Hacemos un cine en Orión

Laura Zurita en Cine de Patio




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NOTA DEL DIRECTOR:
En Portugal y Europa, los últimos años han causado una redefinición brutal de la manera en la que miramos el mundo. Una falta de perspectiva y discursos válidos sobre el presente es lo que normalmente nos han hecho sentir inefectivos. La fábrica de nada emerge de ahí. El cierre de una fábrica de ascensores ( una de las muchas que cierran cada mes a las afueras de Lisboa ) funciona como un microcosmos y una parada donde explorar dramáticamente las texturas y las consecuencias del sentimiento de impotencia que la mayoría de la gente siente en esos momentos. Con la sombra de la bancarrota, los personajes intentan seguir a flote y buscan maneras de reencauzar sus vidas. Conducidos por un sentido de urgencia y una especie de instinto vital que prevalece, ya que son testigos del colapso de sus trabajos y de las instituciones en las que creen, se ven forzados a embarcarse, con miedo y reticencia, en una experiencia nunca vista, una aventura colectiva.
 ( Fuente del texto: Pressbook-La Aventura Audiovisual )


TRAILER:




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