MIA HANSEN-LOVE RETRATA LA VIDA NOCTURNA DE PARÍS DURANTE LA DÉCADA DE LOS 90, EN CONCRETO DE LA MÚSICA ELECTRÓNICA
PRODUCCIÓN: FRANCIA ( 2014 )
DIRECCIÓN: Mia Hansen-Løve
INTÉRPRETES: Félix De Givry, Pauline Etienne, Laura Smet, Vincent Lacoste, Vincent Macaigne, Greta Gerwig, Golshifteh Farahani, Brady Corbet, Hugo Conzelman, Roman Kolinka
GÉNERO: Drama
DISTRIBUIDORA: Abordar Casa de Películas
DURACIÓN: 131 minutos
SINOPSIS:
“ EDEN ” nos sitúa en la década de los 90, en la que el movimiento de la música electrónica francesa está avanzando muy rápidamente. Paul está dando sus primeros pasos como DJ en la emocionante vida nocturna parisina y con su mejor amigo crean un dúo llamado “Cheers”. Pronto encuentran una entregada audiencia y se ven inmersos en el torbellino de la fama que hace que Paul, cegado por su pasión, descuide su vida personal. “ EDEN ” nos retrata la evolución del ‘French Touch’, movimiento que abarca una generación desde 1992 hasta la actualidad. Hoy en día sigue teniendo un gran éxito internacional gracias a músicos como Daft Punk, Dimitri from Paris, Cassius.
( FUENTE: ABORDAR CASA DE PELÍCULAS )
( FUENTE CARTEL: ABORDAR CASA DE PELÍCULAS )
CRÍTICA:
La realizadora francesa Mia Hansen-Løve inició su carrera como directora a los 26 años, y desde ese momento su cine tiene sello propio para mostrar unas relaciones personales y afectivas, contadas de manera diferente a como lo hacen otros cineastas. Nos encontramos con su cuarto trabajo, presentado en los festivales de Sundance, Toronto y San Sebastián, formando parte de sus secciones oficiales. Una historia que puede parecer convencional, pero que se aleja del gran público por su forma de narrarla y por su puesta en escena. Nos encontramos ante un cine de autor, pero con una estética que puede enganchar al público adolescente. Narrada de manera lineal y dividida en dos partes nos cuenta la evolución profesional y personal de unos jóvenes franceses con inquietudes particulares, y aficionados a la música electrónica.
Comienza en Noviembre de 2002, cuando acudían a fiestas y unieron sus fuerzas para poder cumplir su sueño, llegando a formar " Cheers ", y a partir de aquí observamos la evolución artística de un movimiento con un gran número de seguidores entre los adolescentes de esa década. El guión ha sido escrito por la propia directora, en colaboración con su hermano Sven, co-fundador del grupo " Cheers ". Aunque la cinta sigue la evolución de los miembros de este grupo también aparecen otros DJ o bandas de música electrónica, como Daft Punk, cuyas canciones suenan en varios momentos de la película. Pero todo el mundo tiene una vida privada, y en este caso no hay una evolución ni un desarrollo adecuado de esas historias personales y de su vida romántica, lo que es extraño ya que la directora francesa había demostrado en sus anteriores trabajos saber contarnos esa vida personal de los personajes.
Los intérpretes hacen un gran trabajo, y nadie desentona. Félix de Givry ( Paul ) es el que tiene un mayor protagonismo, aunque me quedo con las breves apariciones de Pauline Etienne ( Louise ). Greta Gerwig ( Julia ) tiene un pequeño papel, aunque de gran importancia, y sus apariciones son los únicos momentos en que se habla en inglés.
Me interesa el final, que sí refleja esos cambios personales de unas personas que ahora están cerca de los 40 años, y que tienen inquietudes y prioridades diferentes a cuando eran unos adolescentes. Esos minutos finales son el único momento en donde se observa una evolución personal de los personajes. Un buen montaje y una fotografía bastante original, pero que no resulta molesta, son los otros dos aspectos positivos. La banda sonora es lo mejor y nos permite disfrutar de una música muy bailable, y que hace que los 130 minutos pasen en un suspiro.
Falta algo de maquillaje para envejecer a Paul y los otros personajes, ya que no hay cambio físico desde 1992 hasta 2011, aunque en algún caso se hayan dejado perilla o el color del pelo sea diferente.
Recomendable a los aficionados a la música electrónica, sobre todo al público adolescente y a los que quieran conocer una pequeña historia situada entre París y Nueva York.
SPOILERS:
Me interesa esa evolución a nivel profesional, pasando del año 1992 cuando eran unos aficionados a la música electrónica hasta el siglo XXI cuando eran conocidos en el mundillo musical. También el cambio que hay en los minutos finales, cuando acuden a una fiesta y Paul ha dejado las drogas y bebe un refresco en vez de alcohol. Eso sucede en la vida real de muchas personas que evolucionan al llegar a los 35-40 años, y se dan cuenta que su vida tiene otras prioridades. También destaco los dibujos de Cyril ( Roman Kolinka ), cuyo personaje me interesaba, pero que abandona el barco cuando estaban aumentando su popularidad, y se queda en París para terminar el cómic ( y meses después se suicida ). Las diferentes relaciones del protagonista no están bien desarrolladas, y quedan como historias aisladas, aunque muestran la vida real de las personas inestables románticamente y que no tienen una pareja estable durante mucho tiempo.
LO MEJOR: La banda sonora. Un retrato del French Tour y la evolución de sus grupos y tendencias musicales.
LO PEOR: No se refleja el cambio personal y en la vida de pareja de los personajes. No hay un cambio físico ni envejecimiento, pese a que han transcurrido 20 años.
PREMIOS Y NOMINACIONES:
- 2 NOMINACIONES, INCLUYENDO EN LA SECCIÓN OFICIAL DEL FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN DE 2015.
( FUENTE: IMDB )
CRÍTICAS EN BLOGS Y MEDIOS ESPECIALIZADOS:
José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario 7 / 10
Philipp Engel en Fotogramas 4 / 5
Andrea G. Bermejo en Cinemanía 5 / 5
Óscar Brox en Miradas de Cine
Roberto Piorno en Guía del Ocio 3 / 5
Álvaro de Paz en Cineol 4 / 5
Ignacio Navarro en El Antepenúltimo Mohicano 4 / 5
Víctor Blanes en El Antepenúltimo Mohicano 7,7 / 10
Jordi Copano en Videodromo
David Cabello en Críticas en 8mm 6 / 10
DeCine21 6 / 10
Víctor Camarero en El Palomitrón 4 / 5
Ricardo Fernández en El Café de Rick
Pablo S. Blasco en Cine Divergente
Ernesto Pérez en Cine Para Leer
Gregorio Belinchón en El País 3,5 / 5
Luis Martínez en El Mundo
Oti Rodríguez Marchante en Abc
Gaspar Zimerman en Diario Clarín
Alejandro Lingenti en Diario la Nación
Lucero Calderón en Diario Excélsior
Leonardo García en Diario la Jornada
John Frosch en The Hollywood Reporter 4 / 5
Andrew Barker en Variety 4 / 5
Paul McInnes en The Guardian 4 / 5
Tim Robey en The Telegraph 4 / 5
Steve MacFarlane en Slant Magazine 3 / 4
Eric Kohn en Indiewire 3,5 / 4
Stephanie Zachareck en Village Voice 4,5 / 5
Ben Nicholson en CineVue 3 / 5
Kyle Turner en Sound on Sight
Scott Tobias en The Dissolve 3,5 / 5
Nikola Grozdanovic en The Playlist 3 / 4
Kevin Harley en Total Film
Nota IMDb:
Nota Filmaffinity: 6,4 / 10
Días de Cine:
ENTREVISTA A LA DIRECTORA:
¿Qué fue lo que te llevó a contar la
vida de un DJ durante 20 años?
Venía de rodar Primer Amor ( Un amour de jeunesse ) con la sensación de haber llevado una idea todo lo lejos que podía llegar. Veo mis 3 primeras películas como una especie de trilogía y sentía que necesitaba avanzar. Al mismo tiempo mi hermano Sven, que había sido DJ durante 20 años, llegó al final de su camino, al final de un modo de vida. Él también necesitaba un comienzo nuevo y empezó a escribir, algo que siempre había querido hacer. Al ver la película de Oliver Assayas, Après Mai, que cuenta la historia de su generación a través de sus años de adolescencia pensé “¿que pasaría si hago una película sobre mi generación, gente joven en los 90s y los 2000s desde un punto de vista más amplio que el que tomé en mi anterior película Primer Amor (Un amour de jeunesse)? ¿Qué tal sería? Mi hermano, durante su carrera de DJ, desde el nacimiento de las raves y el descubrimiento de la música electrónica, hasta el éxito mundial del French Touch ha sufrido cierta desilusión que le ha llevado a ir cambiando de estilos. Me parecía que esto encapsulaba la energía y las aspiraciones de mi generación.
Venía de rodar Primer Amor ( Un amour de jeunesse ) con la sensación de haber llevado una idea todo lo lejos que podía llegar. Veo mis 3 primeras películas como una especie de trilogía y sentía que necesitaba avanzar. Al mismo tiempo mi hermano Sven, que había sido DJ durante 20 años, llegó al final de su camino, al final de un modo de vida. Él también necesitaba un comienzo nuevo y empezó a escribir, algo que siempre había querido hacer. Al ver la película de Oliver Assayas, Après Mai, que cuenta la historia de su generación a través de sus años de adolescencia pensé “¿que pasaría si hago una película sobre mi generación, gente joven en los 90s y los 2000s desde un punto de vista más amplio que el que tomé en mi anterior película Primer Amor (Un amour de jeunesse)? ¿Qué tal sería? Mi hermano, durante su carrera de DJ, desde el nacimiento de las raves y el descubrimiento de la música electrónica, hasta el éxito mundial del French Touch ha sufrido cierta desilusión que le ha llevado a ir cambiando de estilos. Me parecía que esto encapsulaba la energía y las aspiraciones de mi generación.
En el film veremos
músicos reales y asistiremos a fiestas que realmente se celebraron. Viendo la
película, ¿los espectadores se preguntaran qué es cierto y qué no lo es?
Seven y yo compartimos la capacidad de movernos con facilidad
entre la realidad y la ficción. Ambos disfrutamos saltando de una a la otra. Además,
Sven nunca intentó esconder nada de su historia como DJ, por lo que me tuve
carta blanca para escribir y creamos un estrecho vínculo mientras redactábamos
el guion. Todo se mezcló y ahora no sé si algunas partes del film están basadas
en lo que Sven me contó o en cosas que yo me inventé. Por otro lado, siempre
fuimos muy específicos sin llegar a ser obsesivos sobre la música, las fiestas,
los cantantes etc… sobre los aspectos documentales de la película.
Manteniéndonos muy cerca de la realidad, pidiendo a los protagonistas de esa
escena musical que actuaran ellos mismos, y reconstruyendo las atmósferas lo
más escrupulosamente posible, buscaba no sólo la autenticidad si no también la
poesía en esa reconstrucción.
House, Techno y Garage,
que forman el telón de fondo del film, son diferentes reencarnaciones del
último gran movimiento musical de nuestros tiempos. ¿Es seguir la vida de un DJ
durante los 20 años que marcaron el boom de esta escena musical tu manera de
arrojar luz a una malinterpretada revolución cultural?
El hecho de que ninguna película se haya inspirado en la
aparición de la música electrónica era muy estimulante para nosotros. 24 Hour Party People de Michael
Winterbottom puede tener una relación
lejana con EDEN, pero no se situaba
ni en el mismo lugar ni en la misma época. La “virginidad” de nuestro tema era
muy emocionante para nosotros.
Podríamos haber escrito una historia de éxito, lo que hubiera
hecho el proyecto más fácil de financiar pero se hubiera centrado menos en el
ángulo humano. Es por eso que decidí centrarme en la carrera de un DJ que no
fuera un miembro destacado del French Touch, si no que estuviera especializado
en una vertiente underground, cuya música no fuera de las más populares dentro
de los subgéneros de la música electrónica. Además, EDEN no pretende ser la película definitiva acerca del French Touch
ni de los artistas que lo representaron; esta historia, la historia de mi
hermano, es probablemente demasiado individual. Pero creo que, sin caer en el
estereotipo, una historia como esta puede convertirse en representativa de un
movimiento o periodo y puede alcanzar, a través de los sentimientos, una forma
de universalidad.
¿Cómo conseguiste una
recreación tan creíble y realista de esas fiestas?
Gracias a Sven. Empecé a salir muy joven, hacia 1994,
frecuentando el What’s Up bar en la Bastille, en el que Sven y Greg (otro DJ)
actuaron cada viernes por la noche durante varios años. Era un sitio
imprescindible dentro de la electro escena de París. Al mismo tiempo eran los
DJs residents en Radio FG. La sintonizaba cada domingo y conocía todos los
temas que sonaban, por lo que tengo mis propios recuerdos de ese momento que
algunas veces se solapaban con los de mi hermano. Además, los amigos de Sven
desenterraron mucha documentación. Sven contacto con Christophe Vix, que fundó el
fanzine Eden y encontró muchos flayers que resultaron ser una preciosa ayuda,
además de números atrasados de Eden que no teníamos. Incluso nos prestó cosas
como los sombreros que se utilizaron en las sesiones de inauguración. También
tuvimos acceso a al trabajo de Agnès Dahan, la fotógrafa de las Respect parties en el Queen. Manu
Casana, que fue uno de los primeros organizadores de techno parties en Francia,
también se implicó. Cuando buscábamos localizaciones para la segunda rave, nos
sugirió Cahmpigny Fort y cuando fuimos a los ensayos, allí nos topamos con
dibujos de Mathias Cousin (el ilustrador de Le Chant de la Machine, que inspiró
al personaje de Cyrill) que había hecho durante las raves. Son los dibujos que
Paul sostiene cuando cogen el metro después de la rave.
¿Qué es lo te gusta de
la Garage Music y su estilo de vida?
De todos los subgéneros del House y el Techno yo prefiero el
Garage, la música que Sven solía tocar probablemente porque es la música que
más he bailado, por razones obvias. También porque, aunque es música dance con
un gran ritmo que puede parecer distante y fría es a la vez cálida y melódica.
Me gusta la importancia de las letras y la dimensión espiritual de los temas
puede llegar a ser ingenua y simple.
¿Cuál es tu opinión del French Touch,
del que algunas figuras aparecen la película?
Equivocada o no tengo la sensación que la historia del French
Touch o del mundo del French Touch era una manera de capturar las
particularidades de nuestra generación, esa de los 90s. Algo estaba agotado, es
lo que resume ese periodo. Sven a menudo habla del hedonismo de su juventud.
También percibo una clase inocencia, un acercamiento muy fresco a la vida y al
mundo que puedes encontrar en la música de Daft Punk. Se toma muy en serio los
sueños de tu niñez, decidiendo que la vida es pasárselo bien y disfrutar. Eso
resume el impulso fundamental pero inútil de toda una generación que se
convierte al final en una forma de melancolía. No puedes pasarte 15 años de
fiesta sin ninguna consecuencia negativa. La semilla de esta melancolía está
allí desde el principio.
La Música Electrónica, el clubbing y
los DJs a menudo han aparecido en el cine de forma negativa. ¿Qué es lo que
querías evitar para no caricaturizar el tema?
Los Clubs están muchas veces muy pobremente retratados en las
películas y reducidos a unos cuantos clichés.
Los extras, la iluminación, la música y la planificación de las escenas,
en definitiva, todo. A cada nivel queríamos empezar desde la casilla número
uno, buscando un nuevo acercamiento y una autenticidad que parece que nunca se
ha conseguido en las películas. Para empezar, queríamos evitar clichés como las
escenas de un montón de extras que aparecen bailando muy brevemente y muy bien.
Eso no es una pista de baile real. Hay gente en los clubs que sólo están allí,
no parecen nada especial, están sólo aburridos o tomándose algo. Tratamos de captar todo el espectro de la
vida los clubs. Fuimos a clubs de música electro buscando extras. A algunos les
pedimos que practicaran para los temas que aparecían en escena porque tenían
conexión con la música. A otros les dejábamos bailar como quisieran siempre que
no pareciera muy anacrónico. También miramos los bailarines de break que
actuaban en las fiestas de Cheers en La Coupole. El entusiasmo y compromiso de
los extras en las escenas en el club fue una verdadera ayuda no sólo para mí si
no también para los DJs que mezclaban.
EDEN, el título, hace referencia al
fanzine que empezó sobre la época de las primeras raves, pero también te lleva
a pensar en el Jardín del Edén. ¿Eran los Clubs y las raves El Jardín del Edén
para la generación de los 90s?
Me siento muy cómoda con ambas interpretaciones. Para mi
hermano y para mí, esos años fueron nuestra Dolce Vita. Después de un
complicado periodo como adolescente, floreció y se convirtió en DJ. Su vida
cambió completamente. Fue arrastrado por esa increíble energía colectiva.
Durante 10 años el mundo de la música fue mágico. La gente era increíblemente
optimista. Quería hacer un homenaje a aquellos días, una película sobre una
generación para la que pasárselo bien se convirtió en un modo de vida y querían
que la gente lo supiera. Esto resuena muy fuerte en los actuales y
especialmente depresivos tiempos.
Paradójicamente la música no es
amable con Paul, el personaje principal. Gracias a ella pasa una estupenda
juventud y le da trabajo. Entonces todo para.
La segunda parte es mucho más oscura que la primera y puede
ser visto como que el hechizo se rompe pero no hay intención moralista. No es
como la cigarra y la hormiga. Para mi Paul sigue con su destino. Aceptarlo tal y como es hace que continúe su
vida. Seguro que su obsesión con la música hace que no se pueda comprometer en
una relación estable, seguro que hay sentimiento de fracaso y sufrimiento pero
lo que él experimenta es excepcional. Gracias a la música y a su trabajo de DJ
da un gran desvío que le lleva a la literatura. Paul se está buscando a él
mismo. Es una persona que toma riesgos, buceando en la música, teniendo grandes
experiencias y que pierde su camino aunque se redescubre a sí mismo. Se
alimenta de experiencias en un sentido positivo mucho más que en el negativo.
Paul está en un estado constante de
inestabilidad emocional. ¿Es su trabajo como DJ lo que le impide mantener
relaciones estables?
Sí. El mundo en el que habita Paul no le ayuda a construir
relaciones estables. Pero no puedo evitar ver una relación causa efecto entre
su inestabilidad emocional y la fuerza del vínculo que tiene con la música, su
devoción a la música Garage, mientras otros DJs no tienen problema en ir
cambiando de estilos a medida que la moda evoluciona.
La historia de Paul es la también la
historia de una generación. ¿Cuándo hacías el casting estabas intentando
descubrir un nueva generación de actores?
Quería hacer una película sobre un grupo de amigos. Los
personajes viven como parte de un grupo. Paul sólo está solo al final, cuando
sale de este mundo. Para este grupo de amigos busqué actores que de algún modo
pudieran conectar con la película más allá de lo que necesitaba de sus
personajes. La elección de Félix Givry fue decisiva. No es actor pero tiene
auténtico talento y se siente muy cómodo delante de la cámara. Su
interpretación tiene muchos matices. Además, el mundo de los Clubs y de los DJs
no tiene ningún secreto para él. Tiene incluso un grupo que organiza fiestas,
Pain Surpraises que también ha producido el tema Photomathon de Jabberwocky que
he utilizado al final de la película.
Félix se ve como el heredero de la generación del French
Touch. Es la fuerza impulsora detrás del grupo de amigos. Crece a su alrededor
con un curioso equilibrio entre los roles principales interpretados por los
recién llegados y los papeles secundarios a manos de actores establecidos.
¿Cómo concebiste la banda sonora?
Cada tema es como un personaje en la película. Sven y yo le dimos muchas vueltas. Escribimos
el guion pensando la música adecuada para cada escena y de cómo evolucionaría
globalmente dentro de la historia y cuál sería su impacto. Era importante que
fuera también un homenaje al Garaje. En cada etapa, desde la escritura del
guion hasta en el rodaje y por supuesto en el montaje, nos imaginábamos como
daríamos vida a los temas que aparecen. Quería que la música estuviera muy
presente y envolviera a los espectadores para que entendieran el trabajo del
DJ. Félix y Hugo se reunieron con Sven
semanas antes del rodaje para tomar
clases de pinchar discos. Los extras también hicieron sus deberes. Hicimos todo
lo posible para que hubiera una comunión entre actores/DJs, extras, cámara y
música en el set de rodaje.
Muestras los aspectos
menos glamurosos de la vida de un DJ. La película los retrata corriendo
constantemente de fiesta en fiesta con una copa de champagne en la mano. ¿No
todos los DJ son como David Guetta?
Quería
retratar el mundo real, no uno de fantasía. Mi hermano y yo estábamos muy
apegados al realismo aunque hubiera sido más fácil caer en el cliché y retratar
una vida de DJ llena de burbujas. No todo gira alrededor de la jet set y el
champagne. Buscábamos un retrato fiel de ese mundo aunque no siempre se
correspondiera con la visión que tiene de él la gente. No creo que mostrar
momentos duros y tristes, que son parte de la vida, nos distancien del trabajo
del DJ y del mundo de la música.
La película está
salpicada de apariciones de Daft Punk y muestra como cada vez se van haciendo
más famosos. Al mismo tiempo son los protagonistas de un gag cómico cuando no
les dejan entrar en la discoteca porque nadie les conoce. ¿No es también
simbólico que este tipo de música la conoce todo el mundo pero que en realidad
sigue siendo un misterio?
Siempre he creído en el estado de gracia de Daft Punk.
Su música es omnipresente aunque siga siendo un misterio. Thomas Bangalter y
Guy-Manuel de Homem-Christo dieron apoyo a EDEN
desde el principio, accediendo a que usáramos su música en un momento crucial
del film. Querían estar presentes en la película, pero en su vertiente humana,
no como los robots que han fabricado los medios de comunicación, lo que
encajaba perfectamente con lo que queríamos mostrar. En mi opinión esto no hace
que sean menos enigmáticos o a su música menos potente, al contrario. ( FUENTE: ABORDAR CASA DE PELÍCULAS )
TRAILER:
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