domingo, 23 de junio de 2024

GREEN BORDER (2023)


LA FRONTERA


PAÍSES: Polonia-Francia-República Checa-Bélgica (2023)
TÍTULO ORIGINAL: Zielona granica
DIRECCIÓN: Agnieszka Holland
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 28 de noviembre de 1948, Varsovia (Polonia)
INTÉRPRETES: Behi Djanati Atai, Agata Kulesza, Piotr Stramowski, Jalal Altawil, Maja Ostaszewska, Tomasz Wlosok
GUIONISTAS: Gabriela Lazarkiewicz-Sieczko, Maciej Pisuk, Agnieszka Holland
FOTOGRAFÍA: Tomasz Naumiuk
MÚSICA: Frédéric Vercheval
GÉNERO: drama
PRODUCCIÓN: Astute Films, Blick Productions, Beluga Tree, Canal+ Polska, Metro Films, Marlene Film Production, Centre du Cinéma et de l'Audiovisuel
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: VerCine
AGENCIA DE COMUNICACIÓN: MadAvenue
DURACIÓN: 147 minutos
PREMIOS: 17 premios, incluyendo 7 en el Festival de Venecia de 2023


SINOPSIS:
En los bosques traicioneros y pantanosos que conforman la llamada “frontera verde” entre Bielorrusia y Polonia, los refugiados de Medio Oriente y África que intentan llegar a la Unión Europea están atrapados en una crisis geopolítica cínicamente diseñada por el dictador bielorruso Alexander Lukashenko. 
En un intento de provocar a Europa, los refugiados son atraídos a la frontera mediante propaganda que promete un paso fácil a la UE. Peones en esta guerra oculta, las vidas de Julia, una activista recién reclutada que ha renunciado a su vida confortable, Jan, un joven guardia fronterizo, y una familia siria, se entrelazan.
 (fuente de la sinopsis, del cartel y de las imágenes: VerCine)


CRÍTICA:
La cineasta polaca Agnieszka Holland ha sido desde sus inicios una fiel representante del cine social y político europeo. A través del cine, quiere mostrar los problemas que nos rodean. Lleva cinco décadas tras la cámara, y más de cuarenta películas. 
Su último trabajo nos lleva a la frontera entre Polonia y Bielorrusia, para contar el drama de los migrantes allí atrapados. 
La cinta formó parte de la Sección Oficial del Festival de Cine de Venecia, donde obtuvo el Premio Especial del Jurado. Aquí, en nuestro país, la pudimos ver, antes de su estreno comercial, en la Sección Oficial de la Seminci de Valladolid.
La trama está rodada en un elegante y triste blanco y negro, tiene varios protagonistas, y distintos puntos de vista. 


El foco principal se centra en una familia siria que, engañada por el gobierno bielorruso, se encuentra atrapada en los bosques fronterizos con Polonia. Allí, solo reciben ayuda de los activistas voluntarios. 
La directora no solo se centra en los refugiados y los activistas, sino que también nos muestra a los soldados, que son utilizados por los gobiernos.
Hemos visto muchas películas sobre la crisis migratoria, pero esta quizás sea una de las más duras. La violencia es continua, tiene escenas incómodas para el espectador, y a veces cuesta seguir mirando la pantalla. 
Queda claro que Holland no se ahorra ningún detalle, quizás se excede en algunos momentos, pero es una película necesaria para mostrar al mundo la poca sensibilidad contra el ser humano.
Puntuación: 7.5/10



LO MEJOR: la fotografía.
LO PEOR: en algunos tramos es demasiado dura.
(crítica escrita por Christopher Laso)

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