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viernes, 23 de junio de 2017

MAUDIE, EL COLOR DE LA VIDA ( 2016 )


LA PINTORA Y EL PESCADOR


PAÍSES: Canadá-Irlanda ( 2016 )
TÍTULO ORIGINAL: Maudie
DIRECCIÓN: Aisling Walsh
LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 1958
, Dublín ( Irlanda )
INTÉRPRETES: Ethan Hawke, Sally Hawkins, Kari Matchett, Gabrielle Rose, Zachary Bennett, Billy MacLellan, Marthe Bernard, Lawrence Barry, David Feehan, Mike Daly, Nik Sexton, Greg Malone, Brian Marler, Judy Hancock, Denise Sinnott
GUIONISTA: Sherry White
FOTOGRAFÍA: Guy Godfree
MÚSICA: Michael Timmins
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Landscape Entertainment, Parallel Film Productions, Rink Rat Productions, Solo Productions, Painted house Films, H Is 4 Productions, Small Shack Productions, Screen door, Storyscape Entertainment
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Karma Films
DURACIÓN: 115 minutos
PREMIOS: 8 premios y 2 nominaciones, incluyendo dos premios en el Atlantic film festival



SINOPSIS:
Maud Dowley es una vivaz mujer que sueña con independizarse de su protectora familia. Everett Lewis es un huraño pescador local que busca asistenta. Tras ver su anuncio, Maudie no tarda en mudarse a la pequeña y aislada casa de Everett para encargarse de las tareas del hogar. Pero lo que comienza siendo una difícil convivencia entre dos polos opuestos va poco a poco transformándose en una bonita historia de amor. 
Basada en hechos reales, la película cuenta la historia de la pintora canadiense Maud Lewis, de su relación con el que se convirtió en su inseparable compañero de vida Everett Lewis y de cómo sus sencillas pinturas llegaron a ser vistas y reconocidas por todos los rincones del país convirtiéndola en una de las artistas folk más representativas de Canadá.
 ( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: Karma Films )
 ( Fuentes información de la película: Filmaffinity, Karma Films, IMDb )


CRÍTICA:
La irlandesa  Aisling Walsh es una desconocida pese a que lleva trabajando desde hace muchos años en el mundo de la televisión, sobre todo por estar al frente de Tv-Movies. La película es una coproducción de Canadá e Irlanda y se presentó el pasado mes de Septiembre en el festival de Toronto, en una proyección especial fuera de concurso, y desde ese momento ha pasado por varios festivales menores en Estados Unidos, y posteriormente fue seleccionada por la Berlinale para formar parte de la 67ª edición del festival internacional de cine de Berlín. La película se fue de vacío de ese certamen europeo, y meses después se estenó en Estados Unidos, poco antes de su llegada a las salas española. Por lo tanto la película podría optar a los premios Óscar 2018, aunque veo complicado que entre en la próxima carrera de premios norteamericanos, y tanto su guión como interpretaciones estén presentes en la ceremonia de la 90ª edición de los premios Óscar.
La cinta está basada en la historia real de la pintora Maud Lewis, y no estamos ante un biopic ya que analiza solamente unos años en la vida de la protagonista y no la totalidad de su vida, sino en una historia que mezcla el drama y el romance. 


La cinta se desarrolla en una época que no aparece en ningún letrero sino que el espectador tiene que averiguar mediante detalles que van apareciendo en momentos concretos, ni tampoco conocemos el lugar en donde se desarrolla la historia hasta que lo cuentan en un momento de la trama. Los que ya conocen la vida del personaje no tendrán duda de la época y lugar, y seguramente no se sorprenderán con lo que están viendo.
La película tiene un guión muy bien trabajado que va desmenuzando la vida de Maud comenzando con una escena en donde aparece su hermano Charles que la recrimina su comportamiento, y al mismo tiempo conocemos que la protagonista vive junto a su tía Ida, pero que no se encuentra a gusto en ese hogar. Por casualidad se entera de que Everett, un pescador que vive en su misma localidad, está buscando una mujer que trabaje en su casa y se propone para ese trabajo. Desde ese momento la película narra la historia de ambos personajes, con sus discusiones y sus momentos de alegría, teniendo en cuenta la sociedad machista de esa época y la actitud de Everett que al principio trata mal y de manera despótica a Maud, y que poco a poco irá cambiando de actitud para no hacer sufrir a la protagonista. También conocemos algún detalle clave del pasado de Maud que puede explicar su sufrimiento personal.


El único problema de la película es que la parte final está un poco alargada y se podía haber resuelto antes, unos días minutos menos hubiera quedado mas redondo, pero tampoco me molesta ese añadido final. La película es un drama bastante duro, pero la mujer protagonista intenta salir adelante con optimismo y no derrumbarse pese a las adversidades, aunque no siempre puede conseguirlo y hay momentos, como nos sucede a todos, que se viene abajo, pero transmite un espíritu positivo y de superación. Por contra el resto de personajes que van apareciendo en la película, en especial los masculinos son bastante más despreciables y en algún caso se aprovechan de sU machismo para tratar mal tanto física como sobre todo psicológicamente a la protagonista. Everett no tan optimista como Maud, y pese a su actitud despreciable en algunas situaciones tiene otros momentos en donde se nota que tiene un gran corazón, pero su aspecto de hombre rudo que quiere imponer su poderío no le permite trasmitir ese lado bueno, que en el fondo tiene. Mucho peores Charles, el hermano de Maud, y el dueño de la tienda. El primero lo pone de manifiesto desde la primera escena y según vamos conociendo detalles del pasado nos damos cuenta de la calaña del personaje, un egoísta cuyo único objetivo es beneficiarse de su familia. El segundo por sus expresiones y comentarios en contra de las mujeres. 


Los dos personajes femeninos secundarios, pero de gran importancia en la trama son los de Ida, la tía de Maude, y Sandra, la mujer rica que vive en Nueva York y que compra pescado al protagonista. Ambas no caen bien en sus primeras apariciones, pero poco a poco demuestran que no son malas sino que intentan aprovecharse de las circunstancias, en el primer caso por miedo a Charles y en el segundo por querer sacar beneficio económico, pero al final las coges cariño, aunque no tanto como a la protagonista, que es uno de los personajes más identificables de los últimos años.
A nivel interpretativo destaca por encima del resto la soberbia actuación de la británica Sally Hawkins, que debutó en un largometraje con 24 años en " Todo o nada ( 2000 ) ", una de las obras maestras dirigidas por Mike Leigh y desde ese momento se ha convertido en una de las habituales de los siguientes trabajos del director británico. Su calidad interpretativa no ha sido muy bien valorada por los académicos del cine británico, cosa que no ha sucedido en los premios entregados en Estados Unidos, teniendo en cuenta su nominación al premio Óscar en 2014 como actriz de reparto por su papel en la cinta de Woody Allen " Blue Jasmine ( 2013 ) ", y sus dos candidaturas a los Globos de oro, en 2009 se llevó el premio como mejor actriz de comedia-musical por la película " Happy: Un cuento sobre la felicidad ( 2008 ) " dirigida por su descubridor, Mike Leigh, y otra nominación como actriz de reparto por su papel en " Blue Jasmine ".
Ojalá esté entre las candidatas al premio Óscar 2018, pero como comenté anteriormente veo difícil que su enorme trabajo en esta película sea tenido en cuenta por los académicos.




El resto del reparto está bien, destacando la actuación del otro protagonista, un Ethan Hawke en un papel dramático intenso y que transmite mucho hablando menos que su compañera de reparto, y sabe sacar adelante a este pescador tímido, rudo, que en algún momento es despótico, pero que en el fondo tiene mucho corazón. El actor norteamericano que debutó con 15 años en la película Exploradores ( 1985 ) ", junto al malogrado River Phoenix, en una cinta de adolescentes, y que saltó a la fama en su segunda aparición en la gran pantalla, cuando tenía 19 años en el papel de Todd que plantaba cara al profesor John Keating ( interpretado por el fallecido Robin Williams ) en " El club de los poetas muertos ( 1989 ) ". Desde ese momento se ha convertido en un rostro conocido para el público mundial, a diferencia de Sally Hawkins que es una desconocida para el gran público, y ha sacado adelante grandes personajes en géneros diferentes. El resto del reparto lo completan Gabrielle Rose como la tía Ida, Zachary Bennett como Charles y Kari Matchett como Sandra ( la mujer procedente de Nueva York ).


La cinta funciona muy bien, además de por su guión, interpretaciones y montaje, por su elevada calidad artística. La fotografía de Guy Godfree es bastante buena, y sabe jugar muy bien con las luces y las sombras y retrata bastante bien a los personajes y al paisaje y los objetos que les rodean. Su dirección artística es excelente y se recrea muy bien la época cuidando al máximo sus detalles, al igual que el diseño de vestuario bastante austero y representativo de los personajes, teniendo en cuenta que los protagonistas son pobres, y viven en una pequeña cabaña, y todo eso contrasta con los trajes de Charles y los vestidos de Sandra.
La banda sonora compuesta por Michael Timmins, con unos sonidos entre country y música irlandesa, se adaptan muy bien a cada una de las situaciones, y de vez en cuando se insertan unas canciones lentas que añaden algo de carga emotiva a esas escenas, incluyendo una muy bonita que suena durante los títulos de crédito finales. Precisamente al iniciar esos títulos vemos imágenes de los personajes reales lo que nos permite comprobar la buena caracterización del personaje de Maud por parte de una Sally Hawkins que lo hace de manera natural y creíble.
Una de las películas más fáciles de recomendar, sobre todo a un público medio que disfruta con historias dramáticas de personajes, pero también a los cinéfilos más exigentes ya que la cinta recuerda mucho al cine indie norteamericano, pese a ser una película de Canadá e Irlanda, lo mismo que sucede en otra propuesta irlandesa estrenada hace un mes, la excelente " Entre los dos ( 2015 ) ". 


LO MEJOR: Las actuaciones de la pareja protagonista, en especial de Sally Hawkins. El guión.
LO PEOR: Se podía haber recortado algo de metraje en la parte final.

CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:

José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario

Santi Abad en Habladecine

Pedro de Frutos en El Ónfalos

Sonia Barroso en Faces on the box



PODCAST:






DÍAS DE CINE:
NOTAS DE LA DIRECTORA:
Maud y Everett Lewis. Una pareja incompatible. Dos almas que solamente existen en los márgenes de la sociedad pero que se encuentran y se cambian mutuamente a lo largo de su vida juntos. Maudie es el retrato íntimo de estas dos personas y de su viaje hacia el descubrimiento del amor.
La película muestra dos paisajes. Por un lado, la vastedad de Nueva Escocia, los grandes cielos, las estaciones que los atraviesan, la belleza, la desolación, el aislamiento... En dicho paisaje, la intimidad de una cabaña de 3x4 metros, plantada en el margen de una carretera. La casa de Everett Lewis, gris y monótona. La casa que Maudie convertirá en la Casa Pintada, llena de color, transformando cada pulgada de cada superficie.
El segundo paisaje de esta película es la interpretación de Maud del mundo que la rodea. El paisaje de sus pinturas, el color y la simplicidad, naíf y esperanzado. Sus obras son el mundo tal como lo ve a través de su mente. Sus pinturas no representan personas; solo ella y Everett son las guras humanas que aparecen en algunos de sus cuadros.
Si Maud es un pájaro herido, Everett es el espantapájaros. Son ese par de guras que no encajan, plantadas una al lado de la otra en el paisaje. El pájaro herido y la gura alta y harapienta, a menudo vestida de rojo. Estos son Maud y Everett Lewis. La dama frágil que mira el mundo desde la ventana de su casita y el hombre con el que ha venido a vivir. Vemos como se enamora de esa gura alta y silenciosa.


Tomé como referencia las obras de artistas como Andrew Wyeth y Elmer Bischoff. Maudie tiene algo de los mundos que ellos representaban: el paisaje inmenso que contrasta con el retrato íntimo de dos personas. Los espacios amplios y abiertos en contraste con la intimidad de la Casa Pintada. Oscuridad en la luz. Un mundo monocromático dentro de otro, radiante y colorido. 
Muchos artistas pintan lo que les resulta familiar. Se pintan a sí mismos y pintan los paisajes que les rodean. Maud no se pintaba a sí misma, por lo menos al principio. Pintaba animales y el cambio de las estaciones a su alrededor. Un par de bueyes en la nieve, tres gatos en primavera, un ciervo en verano... Sospecho que cuando inicialmente intentó pintarse a sí misma se encontró con una cara que no le gustó mucho. Quizás no logró entenderla. A lo mejor era demasiado tímida.
Me la imagino mirando por la ventana y viendo a Everett, observándole mientras trabaja, vestido de rojo. Entonces hace la primera marca en el cristal de la ventana, pintando a Everett una y otra vez. Se convierte en la gura que observa en muchos de sus cuadros pero, a medida que la relación que hay entre ellos va evolucionando, Maud consigue pintar- se también a sí misma, un retrato espejo muy sencillo. Ya no es una gura solitaria sino que forma parte de una pareja. Maud y Everett Lewis. Juntos.
 ( Fuente texto: Karma Films )


MAUD LEWIS: SU VIDA Y OBRA ARTÍSTICA:
Maud Dowley Lewis nació el 7 de marzo de 1903 en South Ohio, una comunidad cerca de Yarmouth. Jack, su padre, pudo proporcionarle una vida moderada- mente próspera puesto que era un respetado artesano que fabricaba arneses y hacía de herrero. Agnes, su madre, cultivaba actividades artísticas como la pintura, la talla tradicional o la música. Maud nació con los hombros inclinados y la barbilla sobre el pecho y llevó una vida con nada en casa pero feliz tras dejar la escuela a los catorce años, quizás para huir de las burlas de sus compañeros. Su madre le enseñó a tocar el piano hasta que una artritis reumática juvenil des guró sus manos. Dicha deformidad física pudo haber sido su peor suerte pero, fue peor la pérdida de sus padres al cabo de un par de años. 
¿ Quien cuidaría de Maud? Afortunadamente, una tía que vivía en Digby se encargaría de ella. Pero poco más tarde, un anuncio de un hombre llamado Everett Lewis, que buscaba una asistenta para su casa de Marshalltown, cambiaría su vida por completo. Everett, un hombre tacaño y parsimonioso, pero indiscutiblemente trabajador, se casó con Maud en 1938 y se dedicó a cocinar y cuidar de la casa mientras su esposa dedicaba la mayor parte de su tiempo a profundizar en su mundo interior, creando imaginativas y sencillas obras de arte.


Su estilo era tan original como sus personajes. Solía pintar un mundo sin sombras, hojas de otoño en paisajes invernales e incluso bueyes de tres patas. Su alegría interior se trasladaba a las pequeñas tablillas que pintaba con una determinación y vitalidad insuperables. No es de extrañar que su obra llegara incluso a llamar la atención de la Casa Blanca de Nixon. 
Maud fue increíblemente creativa y autodidacta; se especializó en pintar la vida rural cotidiana, amaba los animales y apreciaba la belleza de la naturaleza. Comenzó vendiendo sus cuadros por solo unos dólares pero vio como se incremen- taba considerablemente su valor a lo largo de los años. Everett también comenzó a disfrutar vendiendo y negociando las pinturas que Maud hacía por lo que se instalaron en esa rutina. La felicidad que pintaba atrajo a vecinos en un principio y, más tarde, a turistas, logrando incluso un interés nacional. Su notoriedad creció, los encargos empezaron a llegar y su sencillez sigue hoy en día cautivando al público que, continúa intrigado por las escenas cotidianas tan variadas que pintaba. Actualmente, la obra de Maud está en colecciones grandes y pequeñas de toda América del Norte, siendo valorada dentro del mundo del arte como una gran pionera del Arte Naïf.
 ( Fuente texto: Karma Films )


TRAILER:




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